En operativos recientes, el Ejército Mexicano y la Secretaría de Marina realizaron decomisos significativos en diferentes áreas de Culiacán, Sinaloa, exponiendo la magnitud de los recursos con los que operan grupos del crimen organizado en la región.
Las acciones, que incluyeron enfrentamientos y cateos, resultaron en la incautación de un arsenal extenso y maquinaria utilizada para la fabricación de narcóticos, aumentando la preocupación sobre la influencia de estos grupos armados en el área.
Uno de los operativos tuvo lugar en las comunidades de El Guasimal y Tepuche, al norte de Culiacán, donde las fuerzas militares enfrentaron a presuntos delincuentes, dejando un saldo de seis abatidos. En esta intervención se aseguraron armas de alto calibre, chalecos y cascos tácticos, además de tres vehículos (un Jetta, un Sentra y una camioneta Bronco), evidenciando la infraestructura operativa de estos grupos para mantener el control en zonas rurales del estado.
Simultáneamente, en otro punto de Culiacán, la Secretaría de Marina descubrió equipo industrial y productos químicos empleados en un laboratorio clandestino, con capacidad para producir hasta siete millones de tabletas de drogas sintéticas en un breve periodo. Estimaciones iniciales apuntan a que el valor de esta producción podría superar los mil millones de pesos en el mercado ilegal.
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