Por: Gilberto Solorza
Para sorpresa de pocos, México es un país profundamente católico. Según el último censo nacional, el 95.1% de los mexicanos se consideran creyentes, y de este total, el 77.8% se identifica como católico. Sin embargo, ¿sabías que gran parte de nuestra «identidad nacional» también tiene raíces en la cultura islámica?
Un vistazo a la historia
Durante la Edad Media, los musulmanes se establecieron en Al-Ándalus, España (actual Andalucía), desde el año 711 hasta 1492, cuando los Reyes Católicos los expulsaron. Sin embargo, después de ocho siglos de presencia, borrar una influencia cultural tan profunda no era tarea fácil.
Cuando los españoles llegaron a México en 1521, trajeron consigo muchos elementos culturales moldeados por la herencia musulmana en la península ibérica. Esta influencia, aunque discreta, se manifiesta en diversos aspectos de nuestra vida diaria.
El idioma: un puente entre culturas
La lengua española, resultado de siglos de interacción cultural, conserva miles de palabras de origen árabe. Términos como aceituna, alcohol, azúcar, ajedrez y ojalá son solo algunos ejemplos de cómo esta influencia se integró en el español, y por ende, en el vocabulario mexicano.
Arquitectura con raíces árabes
Muchos edificios históricos en México reflejan estilos arquitectónicos islámicos. Ejemplos como la Iglesia de La Conchita, el Kiosco Morisco y la Casa de los Azulejos en la Ciudad de México evidencian esta conexión. Elementos como los arcos de herradura, las decoraciones geométricas y el uso de azulejos son herencias directas del legado árabe en España.
Sabores con historia
La cocina mexicana también lleva la huella de la cultura islámica. Platos icónicos como el taco al pastor tienen sus orígenes en tradiciones culinarias musulmanas, mientras que especias como el comino y el azafrán son herencias de esta gastronomía. Además, dulces como el turrón y la oblea derivan de recetas árabes introducidas en España.
Un legado que trasciende el tiempo
La próxima vez que disfrutes de un taco al pastor, admires una iglesia colonial o saborees un dulce tradicional mexicano, recuerda que parte de esa experiencia tiene raíces en la cultura islámica. Este legado subraya cómo las culturas se entrelazan para dar forma a nuestra identidad, mostrando que la riqueza cultural de México va más allá de lo evidente.
