Javier Valdovinos
Y la fecha llegó.
Más de 50 años pasaron cuando Mickey Mantle sacara del estadio la bola «ensalivada» de Alfredo “Zurdo” Ortiz para encaminar a los Mulos de Manhattan a la victoria en ese año de 1968.
Ahora la historia sería diferente.
La presencia de «Sandman» Mariano Rivera para lanzar la primera bola del encuentro, marcó el inicio de la nueva historia entre Diablos Rojos del México y Yankees de Nueva York.
En un escenario pletórico, los pupilos de Lorenzo Bundy lograron la victoria en el primer encuentro de dos a realizarse en la CDMX.
Después de tres entradas en las cuales ninguno de los dos equipos se hizo daño, la figura de Robinson Canó se hizo presente y con un batazo de vuelta completa, puso en ventaja a la pandilla escarlata, alborotando el infierno que hizo presencia en el estadio y que salió más que satisfecha.
Las gargantas se desbocaron nuevamente en la sexta entrada, cuando Japhet Amador impulsó dos carreras más en los botines de del propio Canó y José Rondón para poner las cosas 3-0.
Una nueva anotación de Juan Carlos Gamboa, siendo mandado a la registradora por un hit de Franklin Barreto, ponía al borde de la locura a la afición escarlata.
Pero como es sabido en este deporte, nada está escrito hasta el último out, y los «Bombarderos del Bronx» casi logran la igualada en la última entrada al anotar tres carreras en los botines de Greg Allen, Jared Serna y Carlos Narváez.
Afortunadamente para la causa capitalina, Ofreidy Gómez terminó la obra y otorgó el triunfo a los escarlata.
El día de mañana se realiza el segundo juego de esta serie a las 18 horas.
