San Pedro y San Pablo se visten de fiesta en Tecámac


Tecámac se viste de fiesta para celebrar el Día de San Pedro y San Pablo, una tradición con profundo arraigo en los pueblos originarios de San Pedro Atzompa, San Pedro Pozohuacan y San Pablo Tecalco, que honra a los patronos de la Iglesia Católica con una serie de actividades litúrgicas y culturales.

Celebraciones en San Pablo Tecalco

San Pablo Tecalco se distingue por su Parroquia de San Pablo Apóstol, fundada en el siglo XVI por los padres agustinos. La iglesia, un testimonio arquitectónico de la época colonial, celebra su principal festividad el 25 de enero en honor a la conversión de San Pablo al cristianismo, y también se une a la celebración de San Pedro y San Pablo el 29 de junio. Durante esta festividad, el pueblo recibe la visita de santos y vírgenes de comunidades aledañas, fortaleciendo los lazos culturales y religiosos entre los vecinos.

Festividad en San Pedro Atzompa

En San Pedro Atzompa, el santo patrono visita las casas de las familias originarias, quienes creen en su poder curativo. La iglesia local, fundada entre los siglos XVII y XVIII, celebra a San Pedro Apóstol con mañanitas, desayuno, misa y una procesión. La participación de santos patronos de pueblos cercanos en esta procesión simboliza la unión y la fe compartida de las comunidades.

Historia y Celebración en San Pedro Pozohuacan

San Pedro Pozohuacan, que comenzó como un barrio de San Jerónimo Xonacahuacan y se estableció como su propio pueblo, celebra el Día de San Pedro y San Pablo con gran devoción. Las tierras que ahora albergan esta comunidad formaban parte de la región de Tepeatzingo, antes de convertirse en la Hacienda de Santa Lucía. La festividad incluye ferias, bailes populares y presentaciones artístico-culturales que mantienen viva la tradición y el espíritu comunitario.

Las festividades de San Pedro y San Pablo en Tecámac no solo honran a los patronos de la Iglesia Católica, sino que también celebran la rica historia y cultura de sus pueblos originarios. Estas celebraciones fortalecen el tejido social y cultural, uniendo a las comunidades en una tradición que ha perdurado a lo largo de los siglos.


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