Este pasado fin de semana marcó un hito significativo en Tecámac, donde concluyó con éxito la entrega de zapatos escolares gratuitos como parte del inspirador programa «Mi Gran Esperanza». Este gesto solidario benefició a aproximadamente 60 mil niños, con edades comprendidas entre los 3 y los 14 años, en un esfuerzo por aliviar la carga económica que a menudo acompaña al regreso a clases.

La alcaldesa de Tecámac, Mariela Gutiérrez Escalante, subrayó con orgullo que este programa ha estado en marcha durante tres años consecutivos. Enfatizó que este logro se ha hecho posible gracias al manejo eficiente de los recursos municipales y al compromiso de su gobierno en la lucha contra la corrupción. Un claro testimonio de que, cuando los recursos públicos se administran con diligencia y responsabilidad, la comunidad puede beneficiarse sin importar su origen o condición.

La alcaldesa Gutiérrez Escalante reiteró el compromiso de su administración con la igualdad y la justicia social. Este programa es un claro ejemplo de cómo el gobierno local puede marcar la diferencia en la vida de las familias tecamaquenses, aliviando el estrés financiero que a menudo acompaña al inicio del año escolar.

Además de la entrega de zapatos, en este año 2023, se llevó a cabo un importante esfuerzo de atención médica para el 80 por ciento de los niños beneficiarios. Profesionales del Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de Tecámac proporcionaron un seguimiento médico integral y se programaron citas para servicios de nutrición, odontología y psicología. Esto asegura que los niños inicien el año escolar con una base sólida para su salud y bienestar general.

A pesar de algunos desafíos logísticos, como cambios en los números de calzado o errores en la inscripción de los hijos, la cifra final de pares de zapatos entregados asciende a 60 mil. Este logro es el resultado de una coordinación eficaz y el compromiso del equipo del DIF municipal, bajo la dirección de la presidenta, Isabel Muñoz, y el director, Carlos Galindo.

«Mi Gran Esperanza» no solo representa un regalo tangible para las familias de Tecámac, sino que también es un símbolo del compromiso de la comunidad con la educación y el bienestar de sus jóvenes. Este programa demuestra que, cuando se administran adecuadamente los recursos públicos, se pueden lograr cambios significativos y duraderos en la vida de las personas.