La herencia de un mal gobierno: con cifras oficiales 

Dr. Rafael Vela Martínez

En días recientes el Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. (IMCO), dio a conocer el Índice de Competitividad Estatal (ICE) para el 2024, el cual  mide la capacidad de las entidades del país para generar, atraer y retener talento e inversión; esto es relevante, porque tiene que ver con el actuar de los Gobiernos estatales y municipales, así como de los agentes económicos, para hacer uso eficiente de sus capacidades y detonar un entorno favorable que contribuya a mejorar el desarrollo y el bienestar de la población. 

Este Índice evalúa, a través de 50 variables agrupadas en seis subíndices, a las 32 entidades federativas del país, con base en información que proviene de fuentes públicas y oficiales. En el ICE 2024 la Ciudad de México es la entidad más competitiva, le siguen Baja California Sur y Coahuila, mientras que Veracruz ocupa el lugar número 24; es decir, es de las entidades menos competitiva, no obstante que los datos reflejan que a nivel mundial como nacional, el efecto de la pandemia se ha disipado y ello debería estar potenciando significativamente la competitividad; sin embargo hay que precisar que Veracruz es la entidad que, a nivel nacional, más ha tardado en recuperar los ritmos de la economía que existían antes de dicha pandemia; por ello, aun cuando mejoró 1 nivel  en el ICE respecto a 2023, aún sigue muy rezagado respecto al resto de las entidades, ya que ocupa el lugar 24 y evidencian retos de grandes dimensiones para el diseño de políticas públicas del próximo gobierno. En otras palabras, si Veracruz vuelve a tener un gobierno improvisado e incompetente como el actual, o se articula con estructuras de ineficientes gobiernos del pasado, el progreso, el desarrollo y bienestar de la población seguirá siendo aplazado. 

De hecho se aprecia que ese incremento en el ICE es resultado de la inercia de la recuperación económica nacional, más que resultado de eficientes políticas públicas estatales; pues tan solo hay que comparar que para el mismo periodo otras entidades incrementaron su nivel de competitividad de manera significativa, como el caso de Querétaro 9 unidades; Jalisco con 6; Tlaxcala 5; Campeche y Tabasco con 4 unidades. 

Pero veamos con más detalle los Subíndices de Competitividad de Veracruz, para entender porque ese gran rezago en desarrollo, graves indicadores de pobreza, marginación, falta de crecimiento económico y altos niveles de desempleo e informalidad. 

En Innovación y economía, Veracruz ocupa el lugar 24 a nivel nacional; sus variables de peor comportamiento son Inversión Extranjera Directa, ya que ocupa el lugar 26, pues el registro de inversión promedio para los últimos 3 años es de 0.5 dólares por millar del PIB. En ingreso per cápita de sus habitantes ocupa el lugar 27, con un ingreso promedio anual de $158,875; la tasa de crecimiento real del PIB para los últimos 3 años es de 2.9, por eso ocupa el lugar 24; y en complejidad económica, que tiene que ver con la innovación tecnológica ocupa el lugar 27, el cual también está asociado con la generación de patentes que ocupa el lugar 26, con 0.4 patentes por cada 100 mil habitantes; esto habla de las deficiencias del sector educativo superior y tiene que ver con la ineficiencia mostrada en los últimos 3 años principalmente por parte de la Universidad Veracruzana.

En Infraestructura la posición es la número 26 de las 32 entidades federativas, y los peores indicadores están en: telefonía móvil en vivienda con la posición 28, pues la cobertura es del 90%; acceso a internet el lugar 28, pues solo el 50% de las viviendas en Veracruz tienen acceso a internet; entre las variables más importantes.

En sociedad y medio ambiente, Veracruz ocupa el lugar 22 en el país; las variables con peor comportamiento son: Cobertura Educativa con solo el 84% con tasa bruta de escolaridad a nivel de secundaria; ahí se ocupa el lugar 30, y se ubica la entidad como una de las peores en cobertura educativa. El porcentaje de población ocupada que tiene acceso a instituciones de salud es de tan solo el 27%, por ello se ocupa el lugar 24.

La Esperanza de Vida es de las peores a nivel nacional, lo cual habla de la alta deficiencia de sus instituciones de salud y de falta de AUTOSUFICIENCIA y SEGURIDAD ALIMENTARIA; en este caso se ocupa el lugar 29, con 73.51 años de vida; este indicador está asociado con la alta tasa de mortalidad infantil, pues se registran 19.8 niños fallecidos por cada mil nacidos vivos de un año de edad, por ello se ocupa el lugar 26 a nivel nacional.

En el caso del Sub Índice Mercado de Trabajo, la informalidad es del 67% y se ocupa el lugar 25 a nivel nacional, ya que Veracruz es de los estados que menos empleos formales generan, lo cual tiene que ver con el hecho de que las Unidades Económicas en más de un 82% son de 5 trabajadores como máximo; es decir, microempresas que no cuentan con ningún apoyo para crecer, no obstante que son quienes generan más del 60 % del empleo en la entidad. Incluso en el Sub Índice que mide los ingresos de las personas que trabajan más de 40 horas, pues resulta que 5.8% registra un Ingreso por debajo de la Línea de Bienestar y ahí se ocupa el lugar 31 a nivel nacional. El porcentaje de la población de 25 años y más con educación técnica y superior, apenas es del 20% del total de la población en ese rango de edad, por ello se ocupa el lugar 26 en el país; esto habla de la falta de cobertura que registra la UV y los Tecnológicos, principalmente; y evidencia la falta de compromiso de las autoridades universitarias, como del mismo Gobierno del Estado para ocuparse de este grave fenómeno educativo. En su caso, otro registro que advierte del pésimo sistema educativo de Veracruz tiene que ver con el grado promedio de escolaridad que es de 8.5 años cursados en la escuela; es decir que en promedio no se alcanza ni siquiera a concluir la secundaria, y por ello somos de los estados con peores registros educativos en este renglón, ocupando el lugar 28 a nivel nacional.

Por todo lo antes documentado, es necesario promover la recuperación de la economía veracruzana, con propuestas viables que estén soportadas en diagnósticos científicos; propuestas deseables y posibles de llevar a cabo, con objetivos claros y que de manera explícita se precise el cómo cristalizar los objetivos y las metas; porque de promesas, buenas intenciones y buenos deseos ya estamos hartos los veracruzanos, peor aún del cinismo y desfachatez con que actúan fuera de la ley los gobernantes; estamos hartos de la incompetencia, la corrupción y el saqueo de los recursos públicos con los que se debería promover el progreso, el desarrollo y bienestar de los veracruzanos.

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