Ahora mexicanos vs corrupción la cazaron
¿Por qué?: Un escándalo generó la manipulación del acta de defunción para cobrar una pensión a la que no tenía derecho, realizada por Amparo Casar cuando trabajaba como jefa de asesores del entonces secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda. El difunto era esposo de ella y además alto funcionario de Pemex. trata de la enorme corrupción en los esquemas de pensiones del gobierno, otra herencia del viejo régimen panista.
Recientemente, el titular de la Procuraduría Fiscal de la Federación, Félix Medina Padilla, reveló un fraude por 15 mil millones de pesos en el cobro irregular de pensionados del ISSSTE. No debería sorprendernos, pues, el caso de María Amparo Casar, si no fuera por el hecho de que ella encabeza la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI). Ahí la puso su jefe, Claudio X. González. Otra historia de bribonería como el de José Ángel Gurría, en su momento el jubilado más joven del mundo. Esta es una transa cometida por una señora que aprovechó sus contactos políticos para que el suicidio de su esposo apareciera como muerte accidental y de ese modo poder cobrar una pensión vitalicia inusualmente cuantiosa.
Dato curioso: Claudio X. Gónzalez, María Amparo Casar y José Ángel Gurría forman parte del círculo cercano de la candidata presidencial Xóchitl Gálvez, a quien Claudio eligió. “Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad” ha hecho incisivas investigaciones sobre la corrupción en Petróleos Mexicanos, con especial detenimiento en el expediente de Odebrecht y Emilio Lozoya Austin. Ahora entendemos por qué esas investigaciones nunca se extendieron a la nómina de pensionados. María Amparo Casar y su organización perdieron su disfraz de censores de la corrupción y la impunidad.
Caló hondo la denuncia pública del director de Petróleos Mexicanos, Octavio Romero Oropeza, sobre la brutal corrupción en esa empresa productiva del Estado durante el régimen neoliberal y, al mismo tiempo, causó un terremoto en el circuito intelectual de la derecha y la mafia de comentócratas por el caso de María Amparo Casar y el fraude a Pemex por ella cometido y de todos aquellos que participaron en el tráfico de influencias, alterando la causa real de la muerte del esposo de Casar y autorizando el pago de la pensión que no le correspondía, de acuerdo con lo hasta ahora documentado por Pemex.
Consecuencia: Todo esto ha provocado la airada reacción del circuito cercano a Claudio x. González, quien ordenó publicar un desplegado para repudiar el supuesto hostigamiento gubernamental en contra de María Amparo Casar, con la que se solidarizan, pero que cuidan no mencionar el delito del que se acusa a la señora Casar, esto es, el fraude a Pemex por parte de la presidenta de una organización civil financiada por el gobierno de Estados Unidos, conocida como Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, uno de los instrumentos golpeadores del junior Claudio X. González Guajardo.
Para ese circuito no hay delito, sino ataques que Amparo Casar ha recibido en las conferencias mañaneras del presidente López Obrador, donde se ha usado su tragedia familiar ocurrida hace 20 años para castigar la crítica y atacar la libertad de expresión, al tiempo que, aseguran, es un abuso de poder contra ella, en el fondo, desde Palacio Nacional, porque María Amparo Casar es una figura pública clave en la construcción de la democracia mexicana y su trayectoria como académica y promotora de la lucha contra la corrupción es innegable, Ajá, como no, pero ¿y el delito que ella cometió para hacerse de la ilegal pensión? ¿y los 31 millones de pesos que ella ya cobró ilegalmente? ¿La modificación del dictamen pericial que mandó hacer? (de suicidio a accidente de trabajo).
De eso nada, ¿verdad? porque aseguran los integrantes de su círculo cercano que en realidad se trata de atacar la libertad de expresión, es decir, para los abajo firmantes ésto es sinónimo de libertad de atracar, de libertad de tráfico de influencias, de libertad de hacer enjuagues y mucho más, como a ellos los acostumbró el régimen neoliberal de Vicente Fox Quesada.
Desenlace; Llama la atención la histérica reacción del citado circuito cercano a María Amparo Casar, porque lo documentado por el Director de Pemex, Octavio Romero en la mañanera del pasado viernes, de hecho se conoció desde febrero pasado, tras la publicación del libro Gracias, de la autoría de Andrés Manuel López Obrador, en el que revela el escandaloso delito (lo califica como un asunto muy penoso) cometido por María Amparo Casar en 2004, con la ayuda de Héctor Aguilar Camín, otro impresentable, y quién sabe cuántos funcionarios de Pemex y de otros niveles del gobierno foxista, cuando se registraron los hechos.
Transcurrieron dos décadas y tres gobiernos neoliberales para conocer a detalle cómo manipularon el acta de defunción del ex marido de Casar y los enjuagues realizados por ella y sus cómplices para lograr el pago de un seguro y una generosa pensión que no le correspondían, y que hasta el momento de la denuncia acumula ya 31 millones de pesos. Pero, mucha atención: a todo esto, el citado circuito cercano de María Amparo Casar le llama castigar la crítica y es un abuso de poder contra ella desde Palacio Nacional. Y los abajo firmantes todavía se aventaron al ruedo, al decir que resulta innegable que María Amparo Casar es una promotora de la lucha contra la corrupción. ¡Claro!, y el chanchullo contra Pemex es una fiel muestra de ello.
Es cuestión de investigar y documentar todo para conocer cuántos enjuagues más de este tipo y muchos más habrá hecho el circuito de intelectuales amigos de Amparo Casar, durante el régimen de Vicente Fox. La entonces Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal determinó el no ejercicio de la acción penal por la muerte de Carlos Márquez Padilla, esposo de María Amparo Casar, presidenta de la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, por tratarse de un suicidio.
Informe Casar: En la averiguación previa MH-1T1/2361/04-10, que se inició en la Fiscalía Desconcentrada en Miguel Hidalgo, empero, se asentó el delito de homicidio como la causa de su muerte, ocurrida el 7 de octubre de 2004, al precipitarse del piso 12 de la torre de Pemex. Pemex, sin embargo, afirmó que no se acreditaron los elementos constitutivos del cuerpo del delito de homicidio y, conforme a lo actuado, el ahora occiso realizó maniobras con el fin de quitarse la vida, es decir, se suicidó.
En el Dictamen de Criminalística de Campo y la mecánica de hechos se determinó que al encontrarse frente a la ventana del lado poniente, se precipitó al vacío y cayó por el cubo que se forma entre las estructuras metálicas y las ventanas. Al caer sobre el piso se golpeó la cabeza sin apreciarse indicios de violencia en su oficina, pues su mobiliario y documentos estaban en orden, encontrándose una hoja con números telefónicos que correspondían a familiares y amigos. Tampoco se apreciaron lesiones típicas de maniobras de defensa, lucha o forcejeo. En este caso se consideró que fue muy probable que en los hechos no hubo participación de terceras personas, indicó la dependencia en un documento de 11 cuartillas.
No se acreditaron los elementos constitutivos del cuerpo del delito de homicidio y que de acuerdo a lo actuado el ahora occiso realizó maniobras de tipo suicida para privarse de la vida, por lo cual es procedente aprobar el no ejercicio de la acción penal definitivo. El dictamen fue firmado el 14 de febrero de 2005 por el agente del Ministerio Público revisor, Luz Elena Villeda Navarro; la oficial secretario, Maribel Álvarez Herrera, y el responsable de la agencia de revisión D, Marcelino Sandoval Mancio. La certificación de las 11 fojas del documento fue realizada en febrero de 2005, por la Coordinación de Agentes del Ministerio Público Auxiliares del Procurador de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México.