El «campo de exterminio» del Rancho Izaguirre: Madres buscadoras exigen justicia en el Zócalo


Por: Gilberto Solorza

El hallazgo de un «campo de exterminio» en el Rancho Izaguirre ha conmocionado a México, no solo por la cantidad de restos humanos y objetos personales de personas desaparecidas encontrados, sino porque el descubrimiento no fue realizado por las autoridades, sino por colectivos de madres buscadoras.

Este hecho ha desencadenado una serie de movilizaciones en el Zócalo capitalino, donde familiares de víctimas y ciudadanos exigieron justicia y un alto a la violencia y la desaparición forzada.

Un homenaje a las víctimas

Las movilizaciones incluyeron un emotivo homenaje en el que se reunieron más de 500 zapatos, simbolizando a las víctimas encontradas en el Rancho Izaguirre. Aunque el número exacto de restos aún no ha sido confirmado por las autoridades, la magnitud del hallazgo ha dejado en evidencia la gravedad de la crisis de desapariciones en el país.

Además, se llevaron a cabo actos ecuménicos para honrar a las víctimas, respetando las creencias de las familias buscadoras. “Mi hijo ya no volverá a casa, y por eso exijo justicia a la señora presidenta. Quiero justicia por mi niño”, expresó una madre buscadora, dirigiendo su discurso hacia Palacio Nacional.

Manifestaciones divididas

El acto, sin embargo, pronto se dividió en dos frentes. Por un lado, las familias buscadoras realizaron homenajes pacíficos cerca del asta bandera, recordando a sus seres queridos con dolor pero con serenidad. Por otro lado, un grupo de ciudadanos encapuchados irrumpió en la manifestación, lanzando consignas contra el gobierno y derribando las vallas metálicas que resguardaban Palacio Nacional.

Entre los gritos de los manifestantes más radicales se escucharon frases como “Policía, consciente, se da un tiro en la frente”, acusando al Estado de ser responsable directo o cómplice de la violencia en el país. Estas acciones reflejan la profunda frustración y el enojo de una población cansada de la impunidad y la normalización de la violencia.

La ausencia de la presidenta

Hasta el momento, la presidenta Claudia Sheinbaum no se ha pronunciado sobre el hallazgo del Rancho Izaguirre ni sobre las exigencias de las familias buscadoras. Su silencio ha sido interpretado por muchos como una falta de atención a una de las crisis humanitarias más urgentes del país.

Un llamado a la acción

Lo que queda claro es que, ya sea a través de actos pacíficos o manifestaciones más radicales, la población mexicana está enviando un mensaje contundente: el país está cansado de la violencia y la impunidad. Las familias de las víctimas, especialmente las madres buscadoras, no descansarán hasta obtener justicia y respuestas claras sobre el paradero de sus seres queridos.

El hallazgo del Rancho Izaguirre es un recordatorio sombrío de la magnitud de la crisis de desapariciones en México. Pero también es una llamada de atención para que las autoridades actúen con urgencia y transparencia, garantizando que estos hechos no queden en el olvido y que las víctimas y sus familias reciban la justicia que merecen.


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