Pensiones del Bienestar

Por Eduardo Meraz

El Prian de ayer, hoy es Morena. Con ajustes de “técnica legislativa” de última hora, hoy se legalizó la sustracción ilegal de los ahorros de los trabajadores, con lo cual se da paso a la creación del Fondo de Pensiones del Bienestar, una nueva modalidad de “aportaciones” para enriquecer al movimiento del presidente palaciego saliente.

Sin siquiera poderse poner de acuerdo sobre el valor de los ahorros obreros -se habla de entre 30 mil y 40 mil millones de pesos-, ni de cuál será su capital semilla -Hacienda habla de 130 mil millones y el mandatario sin nombre y sin palabra de 160 mil millones- las sospechas de mal manejo o uso indebido de tales recursos se acrecientan.

Tales posibilidades se pueden materializar si se tienen en cuenta las obligaciones del gobierno federal para pagar sus deudas, internas y externas, sobre todo por el incremento previsto, para 2024, en los empréstitos por casi dos billones de pesos, sin poder asegurarse de que ese monto vaya a ser el tope máximo.

De acuerdo con información dada a conocer por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), el pago únicamente por concepto de intereses aumentó 119 por ciento en términos reales entre el primer trimestre (enero-marzo) de 2021 y el mismo periodo de 2024. Es decir, durante los primeros tres meses de este año, el gobierno cuatroteísta ha tenido que pagar un promedio de 2.4 mil millones de pesos al día.

De mantenerse sin cambios el total de la deuda y las actuales tasas de interés, al término de 2024 el gobierno deberá pagar intereses por 876 mil millones de pesos, equivalentes a los apoyos públicos otorgados al rescate de Petróleos Mexicanos el año pasado. O si se prefiere, es una cantidad similar a la aplicada en los programas sociales.

Las cifras ofrecidas por el IMCO, con base en datos de la Secretaría de Hacienda, revelan que el mayor endeudamiento, cercano al 60 por ciento en la actual administración y el aumento en las tasas de interés, se ha traducido en la triplicación del costo financiero. Mientras en 2018 era de 71 mil millones de pesos, en el presente año representará 216 mil millones de pesos.

Por más que el mandatario totalmente Palacio Nacional y la bastonera del cuatroteísmo, Claudia Sheinbaum, digan una más de sus tantas mentiras, de que este gobierno no ha aumentado la deuda, estos y otros datos como la triplicación del costo de las obras emblemáticas, son muestra de la ineptitud y derroche en el manejo de los impuestos que pagamos todos los mexicanos.

Con ello, han demostrado ser ineptos y manirrotos en el manejo de los recursos públicos, por lo cual es dable esperar beneficios para los trabajadores por sus ahorros confiscados.

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Mientras el dispendio en las campañas de los candidatos de la alianza gobernante se nota a leguas, la austeridad y la carga de la deuda se la dejan a los ciudadanos, en especial a la clase trabajadora.
He dicho.

EFECTO DOMINÓ

En otra de sus contradicciones y luego de quejarse amargamente de columnistas y articulistas que cuestionan a su administración o ponen en duda sus logros, el mandatario que ya se va, aseguró que los medios de comunicación ahora tienen menos relevancia y que la gente no se deja manipular tan fácilmente.

Agravios y calumnias con crítica se pagan. Y faltan cinco meses.

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