La Representación de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo en Iztapalapa fue inscrita en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, durante la vigésima sesión del Comité Intergubernamental celebrada en Nueva Delhi, India. El reconocimiento destaca su valor para la identidad, la cultura, la memoria colectiva y la construcción comunitaria en la capital mexicana.
La postulación fue impulsada originalmente por la actual jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, cuando era alcaldesa de Iztapalapa, en apoyo al Comité Organizador de Semana Santa en Ixtapalapa A.C. (COSSIAC). El proceso derivó en su declaratoria como Patrimonio Cultural Intangible de Iztapalapa en 2016, y posteriormente, como Patrimonio Cultural Intangible de la Ciudad de México en 2012. En 2023, quedó incorporada al Inventario del Patrimonio Cultural Inmaterial de México tras un proceso de fortalecimiento de gestión comunitaria coordinado por la Secretaría de Cultura y el INAH.
Brugada celebró el anuncio a través de redes sociales al afirmar que este logro honra la fe, la tradición y la identidad de un pueblo cuya participación moviliza cada año a la capital.
La tradición inició formalmente en 1843, inspirada en el teatro evangelizador virreinal, y surgió como una promesa comunitaria al Señor de la Cuevita tras superar una epidemia de cólera. Este 2025 cumple 182 representaciones. La organización involucra a los ocho barrios originarios de Iztapalapa —San Lucas, San Pedro, San Miguel, San Pablo, San Ignacio, San José, La Asunción y Santa Bárbara— cuyos habitantes participan como actores, actrices o colaboradores en tareas de escenografía, logística y ambientación.
La nominación fue promovida por el COSSIAC; la Secretaría de Cultura federal, mediante la Unidad de Culturas Vivas, Patrimonio Inmaterial e Interculturalidad; el INAH, a través de la Dirección de Patrimonio Mundial; el Gobierno de la Ciudad de México, y la Alcaldía Iztapalapa. El Comité evaluador elogió el cumplimiento del consentimiento libre, previo e informado de las comunidades, así como la calidad del material audiovisual que acompañó la candidatura.
El expediente también acreditó que la representación fomenta la cultura de paz, la cohesión social, los derechos culturales y la transmisión generacional de artes y oficios tradicionales. La tradición cuenta con un Plan de Salvaguardia elaborado por el COSSIAC, en conjunto con autoridades de los tres órdenes de gobierno, enfocado en protección civil, seguridad pública, preservación del patrimonio histórico, sostenibilidad, conservación ambiental, difusión y educación.
El gobierno de la Ciudad de México afirmó que este reconocimiento reafirma su compromiso con la protección de expresiones culturales que fortalecen la identidad y la cohesión social, y celebró que la Pasión de Iztapalapa se consolide como uno de los patrimonios vivos más significativos de la capital.
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