Trump inaugura “Alligator Alcatraz”


Por: Gilberto Solorza

En una nueva y polémica medida para reforzar su estrategia de control migratorio, el expresidente Donald Trump inauguró este lunes un centro de detención para inmigrantes indocumentados, ubicado en una zona remota de los Everglades y rodeado de pantanos repletos de caimanes, serpientes y otras especies salvajes.

La instalación, bautizada popularmente como “Alligator Alcatraz”, tiene capacidad para albergar hasta 5,000 personas en estructuras prefabricadas y tiendas de campaña en una búsqueda de acelerar los procesos de detención y deportación masiva de migrantes, una de las principales banderas de campaña del exmandatario rumbo a las elecciones de noviembre.

Durante el evento inaugural, y tras las críticas de la prensa por la presencia de caimanes en la zona, Trump se dirigió a la prensa con su característico tono provocador:

“Les vamos a enseñar cómo huir de un caimán si se escapan. No corran en línea recta. Corran así [en zigzag]… Sus probabilidades aumentan alrededor de un 1%”, dijo entre risas.

Además, insinuó que este modelo podría replicarse en otros estados y reiteró su intención de endurecer aún más las políticas migratorias. “Estamos explorando opciones legales para deportar incluso a personas nacidas aquí, si sus padres entraron ilegalmente. Tenemos que recuperar el control”, afirmó, reavivando el debate sobre la ciudadanía por nacimiento.

La Casa Blanca, ahora controlada por aliados del expresidente, defendió la ubicación del centro como una estrategia “eficaz” para dificultar fugas y desincentivar el ingreso irregular al país. “La fauna local actúa como una barrera natural”, señaló un portavoz.

Sin embargo, la medida ha generado fuertes críticas por parte de organizaciones de derechos humanos, que acusan al gobierno de utilizar el miedo como herramienta de disuasión y de violar estándares internacionales de detención. Amnistía Internacional calificó el centro como “inhumano y degradante”, mientras que protestas se organizaron en Miami y otras ciudades del estado.

Desde el extranjero también se alzaron voces de condena. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reaccionó con firme rechazo ante la inauguración del centro, al que se refirió como el “Alcatraz de los caimanes”.

En declaraciones a la prensa, Sheinbaum expresó que “México no está de acuerdo en tratar a los migrantes como criminales” y consideró que esta política migratoria “es violatoria de los derechos humanos y contraria a los valores fundamentales de dignidad y respeto internacional”. La mandataria exigió un trato justo para los ciudadanos mexicanos y latinoamericanos que cruzan hacia Estados Unidos.

A pesar de las críticas, el anuncio fue celebrado por seguidores de Trump como una “solución innovadora y rentable”, en palabras del congresista republicano Matt Gaetz. “Estamos haciendo lo que ningún otro país se atreve a hacer: proteger nuestras fronteras con determinación”, aseguró.

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