The Last of Us 2025: ¿puede el amor sobrevivir al apocalipsis?


El estreno esperado: una historia que nunca fue solo ficción.

Hace tres días se estrenó el primer episodio de la esperada segunda temporada de The Last of Us. Más que una adaptación del videojuego, este regreso es un reencuentro con heridas abiertas y preguntas difíciles. Porque esta historia no trata solo de infectados o muertes, sino de lo que queda de nosotros cuando el mundo colapsa. Es un panorama de la humanidad que no se conoce: ¿Cómo seríamos si las leyes, la justicia, las normas, pasiones y sueños, se fuera al carajo?

Una lectura desde Bauman: vivir sin estructura

Con esa premisa, y tomando como marco teórico las ideas del sociólogo Zygmunt Bauman, este primer episodio, narrado desde mi perspectiva y sin spoilers, nos invita a pensar en los afectos de un mundo que está roto. Donde la estabilidad ya no es más una promesa, sino una ruina.

Lo que el silencio dice entre Ellie y Joel

Desde los primeros minutos, se percibe el silencio que grita entre Ellie y Joel. Vuelven juntos a Jackson, Wyoming, después de que él la rescatara del hospital de los Luciérnagas. En el camino, ella le pide que le jure que lo que dijo sobre la imposibilidad de una cura era verdad. Y él lo hace. “Lo juro”, dice. Y aunque la escena es breve, se siente como un abismo. Ellie no le cree. Joel lo sabe. Y nosotros también. Es ese tipo de mentira que se arrastra, que lo cambia todo sin romperlo aún.

Más allá de un apocalipsis: humanos luchando por un sentido

Me conmovió ver a ambos en esa escena. No hay buenos ni malos. Solo humanos tratando de sobrevivir al colapso. Ella, se aferra a buscar una verdad que le devuelva el propósito de seguir adelante. Él, mintiendo para conservar lo único que no ha perdido todavía. La rabia de Ellie no es solo contra Joel, sino contra el sinsentido.

¿Es realmente Joel un egoísta?

Identificarse con Joel no es complicado. El dolor lo ha invadido a lo largo de los años, una profundidad en el sentimiento le ha generado aferrarse a algo ―a alguien― como si fuera su única tabla para seguir en medio del naufragio. Joel no le dio a Ellie la opción de decidir, y eso es cruel. Pero también lo vuelve tristemente, comprensible. En un mundo donde todo está roto, su decisión es su única manera de abrazarse al sentido de vivir.

Una psicóloga en un mundo de locos

Lo interesante es que la serie, en contraste con el videojuego, introduce algo nuevo: la figura de una psicóloga que atiende a Joel. Es un detalle menor, pero poderoso. En un universo donde todos parecen sobrevivir sin mirar atrás, alguien se detiene a escuchar. A intentar sanar, aun cuando ya no hay nada que rescatar.

El amor, aunque no alcance

La nostalgia al ver a Ellie y Joel convivir en este primer episodio no viene solo de lo que fue, sino de lo que ya nunca podrá ser. Porque amar en un mundo como el de The Lsst of Us es imposible no hacerlo con miedo. Con la certeza de que todo puede romperse en cualquier momento. Pero, aun así, lo hacemos. Porque, aunque todo esté en ruinas, aún queda algo a lo que aferrarse: el otro.


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