Inadmisibles
Eduardo Meraz
Los principales liderazgos del morenismo han decidido auto asignarse el papel de “inadmisibles” respecto de viajar a Estados Unidos, por lo cual han hecho de Europa y Asia sus principales lugares para turistear, igual que en su momento lo han realizado neoliberales y corruptos.
Varios líderes del movimiento de la Cuarta Transformación han optado por un nuevo pasatiempo diplomático: no cruzar el Río Bravo; no por desinterés, sino por temor ante el escrutinio estadounidense, y por lo tanto prefieren turistear en destinos más “acogedores”, como Europa y Asia, que además de su riqueza cultural ofrecen una conveniente ausencia de extradición.
La “Madre Patria”, se ha convertido en un destino predilecto. Además del idioma compartido, brinda cercanía con paraísos fiscales como Andorra, que representan una tentación para quienes buscan discreción en sus finanzas.
El mapa del turismo político de los guindas sugiere una geografía turística de conveniencia, donde los países con tratados de extradición se evitan como quien esquiva una zona de guerra. Es una expresión nítida de su “derecho de no admisión” en ciertas naciones.
Y aun así gritan a los cuatro vientos: no somos iguales y no estamos solos, sobre todo por haberse vuelto devotos de estar cerca de gobiernos sin extradición y, de preferencia, ser considerados paraísos fiscales.
Este renacimiento del amor por las culturas europeas, tiene la enorme ventaja de la cercanía con Andorra y lejos, muy lejos del brazo justiciero de Donald Trump. Por eso al auto asumirse como “inadmisibles”, las principales figuras y personajes del cuatroteísmo, ni siquiera se aproximan al Río Bravo y se sienten más gustosos con el BCP Home y no desean saber nada del BCP One.
A contrapelo de la “Lista de Schindler”, con la cual muchos se salvaron de los campos de exterminio nazis; hoy los políticos mexicanos de camiseta y sangre guinda buscan estar lejos del Departamento de Estado estadounidense, no por diferencias ideológicas, sino por miedo a aparecer en alguna de sus listas negras.
Y puesto que el pasado los señala, buscan con afán su alma de invisibilidad que antes era símbolo de salvación y hoy se convierte en sinónimo de condena.
Fieles al BCP Home, saben que su salvación depende de mantenerse inadvertidos, fuera de todo radar legal norteamericano. Como si la nueva etiqueta de “inadmisible” les concediera no solo inmunidad legal, sino también una narrativa de victimización que pueden explotar políticamente.
Los señalamientos de muy probables vínculos entre funcionarios y políticos cuatroteístas con el crimen organizado está dando paso a una nueva clase o corriente de turista político que elige su destino por conveniencia legal.
El exilio voluntario de algunos personajes, disfrazado de turismo, muestra cómo los principios del cuatroteísmo están siendo puestos a prueba. Tal vez el problema no esté en viajar, sino en lo que se evita. Evitar Estados Unidos ya no es una cuestión de ideología, sino de cálculo.
Si los políticos de la transformación y la transfiguración deciden no pisar territorio estadounidense puede ser decisión personal, pero cuando esa decisión se generaliza entre figuras clave de un movimiento político, deja de ser casualidad. Se convierte en mensaje, una reproducción estilizada del viejo guion del privilegio.
De ahí que figuras prominentes del morenismo se consideran “inadmisibles” para entrar a Estados Unidos, por lo que evitan viajar allí deliberadamente. Así, convierten el “derecho de no admisión” -que autocráticamente se otorgan- en acto de evasión, hipocresía o temor ante posibles sanciones extranjeras.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
Los 21 mil millones de pesos anunciados por la presidenta Claudia Sheinbaum al IMSS -Bienestar, representa una quinta parte de los 10 mil millones de pesos que su gobierno quitó al sector salud em 2025, como parte de la política de “compactación” de programas, ante la falta de dinero.
Y no sólo eso, ahora cualquiera puede pedir ser atendido en el ISSSTE o el IMSS igual que los derechohabientes, sin hecho aportación alguna. ¿Patrones y trabajadores, están de acuerdo con pagar a otros lo que no te dan a ti?