PULSO

Eduardo Meraz

El absolutismo legaloide

Eduardo Meraz

Y mientras nos debatimos en saber el futuro de los aranceles y las ocurrencias y caprichos del émulo de la 4T estadounidense, Donald Trump, el segundo piso de la transformación avanza en la creación de un marco normativo, aparentemente inconexo, pero de un absolutismo subido, tirándolo a guinda profundo.

Los ajustes a leyes secundarias van más allá de ser reacciones a bote pronto de fenómenos sociales y políticos riesgosos para el oficialismo. Además de ser respuestas legaloides, muestran sus afanes de control sobre libertades y derechos humanos, inclusive previendo acciones diametralmente opuestas a la idea de pacificar el país, entre otras cosas.

Por ejemplo, hace unas semanas el gobierno de Claudia Sheinbaum lanzó una campaña en favor del desarme de los mexicanos, sin haber obtenido grandes logros hasta el momento. Pero, en sentido contrario, acaba de emitir una disposición, autorizando a trabajadores de Pemex, la CFE, el SAT y otras dependencias, así como campesinos y otros grupos sociales para poder portar armas.

Esta aparente o real contradicción, en realidad está reconociendo como la violencia e inseguridad en todo el país, gana terreno y nadie puede sentirse seguro.

La reciente encuesta del Inegi sobre la percepción de inseguridad, deja ver una radiografía muy precisa del estado de ánimo de los mexicanos. De acuerdo con las cifras proporcionadas por dicho instituto, dos de cada tres mujeres (más del 65 por ciento) sienten temor de sufrir violencia en sus actividades cotidianas.

En el caso de los hombres, más de la mitad (55 por ciento) se sienten inseguros.

Si estos porcentajes los convertimos a número absolutos, quiere decir que alrededor de 90 millones de mexicanos vivimos con temor, ante el avance de la delincuencia e indolencia y/o inoperancia de las autoridades de todos los niveles.

Las acciones virulentas de grupos criminales se expresaron a plenitud el miércoles pasado, al causar la muerte a dos personas y, prácticamente, bloquear importantes carreteras, vía incendios de vehículos y enfrentamientos entre grupos criminales y algunas fuerzas del orden.

Ante las innegables imágenes de los momentos de terror, la habitante de Palacio Nacional trata de minimizar los hechos. Sin embargo, su ley sobre portación de armas, es casi decir: defiéndase ustedes mismos, pues el gobierno es incapaz de hacerlo.

Si de por sí, el oficialismo se ha vuelto refractario a cualquier expresión de crítica o desacuerdo con las acciones de gobierno, y cualquiera que ose poner en duda su accionar es tildado de “vende patrias” o “traidor a la patria”, ahora con la nueva Ley de Telecomunicaciones, busca acallar cualquier voz discordante en los medios de comunicación electrónicos y en las redes sociales.

El pretexto fueron los anuncios del gobierno del presidente Donald Trump para generar temor entre los migrantes deseosos de llegar a su territorio y que fueron divulgados en televisoras privadas en México. Pero en realidad, fue más allá, pues el nuevo ordenamiento busca controlar los contenidos en esos canales de difusión.

Es decir, no sólo pretende ser el único dueño de la agenda nacional, a través de la “Mañanera del Pueblo”, sino también prostituyó los medios públicos de comunicación -entendidos como medios de divulgación del Estado-, al convertirlos en infames voceros del gobierno.

Pero su voracidad hitleriana, está orillando a la primera comandanta de las fuerzas armadas a crear un organismo público, no autónomo, como “La Santa Inquisición Mediática”, la cual se encargará de dejar sin sentido, de cancelar la libertad de expresión y de prensa.

El retiro o cancelación de concesiones del espacio radioeléctrico sería, quizá, el menor de los males.

Así, la “tiranía de las curules y los escaños”, con la pequeña ayuda de la Consejería Jurídica de Presidencia, ya dejó de lado el cuento de que la ley es la ley, para instaurar el “absolutismo legaloide”.

He dicho.

EFECTO DOMINÓ

Desde un asiento VIP en el estadio Santiago Bernabéu -disfrutando del juego del Real Madrid-, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard logró aumentar, al menos en el discurso, la inversión para este sexenio; de los iniciales 277 mil millones de dólares, este jueves anunció 298 mil millones de dólares. ¿Será la versión 4T del rey Midas?

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