Contundencia
Eduardo Meraz
La vanagloria del gobierno de Claudia Sheinbaum por mostrar por todos los medios posibles su disposición inmediata a cumplir las exigencias de Estados Unidos, merecedora del calificativo de Juan Ramón de la Fuente, de “contundente”, es el ideal de los mexicanos cuando solicitan los servicios gubernamentales, independientemente del asunto a tratar.
Los millones de mexicanos carentes de medicamentos y, en no pocas ocasiones, su prolongado peregrinar por farmacias privadas, incluso por semanas, para poder encontrar un poco de alivio a su enfermedad o enfermedades, envidian a Donald Trump, quien con unos cuantos discursos y órdenes ejecutivas logró movilizar a 10 mil guardias nacionales.
Presuroso, el cuatroteísmo desplegó alas de avión, motores de autobuses y de cuanto vehículo encontró disponibles para, ipso facto, llevar a los guardianes del orden a la zona limítrofe del norte. Y no sólo eso, sino presumió a más no poder que cuando al vecino norteño se le ofrece algo, se cumple a la brevedad.
En cambio, para el pueblo mexicano, ese al cual el gobierno cuatroteísta únicamente mira si sus ayudas dieron resultado en el día de las elecciones, basta con incluirlo en programas sociales en efectivo, con las cuales se evita la pena de tener que entregarle servicios de calidad.
Además, es tan bueno, sabio y noble que le sobra y basta emocionarlo hasta las lagrimas con palabras llenas de patriotismo -o patrioterismo, para el caso es lo mismo-, decirle que México no es colonia ni protectorado, que es un país libre, soberano e independiente.
Palabras grandilocuentes que, en los hechos pierden sentido cuando nuestro principal socio nos quiere imponer aranceles a nuestros productos porque, entonces, se nos derrite el maquillaje nacionalista y, sin chistar, mostramos el rostro verdadero de un gobierno y un pueblo poco valerosos.
Sobre todo, porque los gobiernos cuatroteístas han sido los dinamizadores de el creciente flujo de migrantes y drogas sintéticas a Estados Unidos; con el ex presidente sin nombre y sin palabra, se abrieron las fronteras del Suchiate, para dar libre paso a los vecinos sureños en su camino hacia Estdos Unidos. Y con los cárteles, volteando la mirada a lontananza y sin ver al elefante en la sala.
Después de seis años de francachela migratoria y de estupefacientes, hoy que las cosas han cambiado, los herederos del primer piso transformador y los mexicanos tenemos que pagar por esa vida de dispendio y caprichos.
Ojalá el gobierno de la presidenta Sheinbaum informe a los mexicanos con precisión y de manera constante ¿cuál es el costo, de haber trasladado, dar hospedaje, alimentación, en seres y demás menesteres para que 10 mil guardianes hayan sido cambiados de sede?
Porque, de acuerdo a cómo se ven las cosas, esta presencia fronteriza de la Guardia Nacional tiene pinta de volverse permanente, o al menos mientras dure la administración de Donald Trump.
En tanto, también de manera contundente, los mexicanos debemos hacer largas antesalas para poder acceder a los derechos constitucionales de seguridad en personas y bienes, educación, salud, trabajo, que estaremos obsequiando a quienes viven allende el Río Bravo.
Así la contundencia del segundo piso que en sus delirios masioseristas llama a la unidad.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
Y si para el senador de vecindad, Gerardo Fernández Noroña, es intrascendente que el Pleno de la Suprema corte de Justicia de la Nación (SCJN), rechazó las candidaturas a personas juzgadoras que resultaron de la tómbola realizada por el Senado por orden del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), tal vez no diga lo mismo cuando el gobierno de Estados Unidos ponga en duda la validez de la reforma judicial.
@Edumermo