Por: Fernando Dávila
Rockstar Games volvió a romperla el 6 de mayo con el segundo tráiler de Grand Theft Auto VI, que sumó más de 40 millones de reproducciones en redes sociales en solo 24 horas. Pero más allá de presentarnos a sus protagonistas, Jason Duval y Lucía Caminos, el tráiler deja ver algo más grande: el enorme interés de la gente por las historias de quienes se atreven a romper las reglas.
Donde todo se vale
Y no solo es por la acción o los gráficos. GTA VI vuelve a recordarnos que existe un mundo donde todo vale: donde las leyes se doblan, los límites no existen y lo inmoral no tiene consecuencias. Vice City, la versión virtual de Miami, no es solo el escenario: es una versión exagerada de una ciudad real que siempre ha tenido algo de caos, fiesta y excesos.
La ficción y el turismo conectados
De hecho, lugares como el Clevelander Hotel o la vida nocturna de South Beach no solo destacan en el juego: también podrían atraer a los fans a conocerlos en persona. La forma tan realista en que Rockstar recrea Miami podría impulsar el turismo, como pasó con Los Ángeles tras el boom de GTA V.
GTA V: el rey del éxito
Ese juego, según el informe de ganancias de Take-Two Interactive ha ganado más de 8 mil millones de dólares desde que salió en 2013. Es el producto cultural más exitoso de la historia. Pero su éxito no solo es por la historia o las misiones: es porque vende la fantasía de vivir sin reglas, de hacer lo que quieras sin consecuencias.
Una mujer al mando
Por eso, cuando Rockstar anunció que esta vez Lucía, una mujer, será protagonista jugable, muchos fans se emocionaron… pero otros sintieron miedo. ¿Será que el juego se volverá más “correcto”, más suave? Hay quienes temen que pierda esa locura, esa crudeza, eso políticamente incorrecto que siempre lo ha hecho único.
Cambiando las reglas del juego
En otras palabras, el ambicioso proyecto de la compañía neoyorquina también refleja, desde la ficción, un guiño a la realidad actual. Al poner a una mujer en el centro de la historia —ya no como personaje secundario o decorativo—, parece reconocer de cerca las luchas sociales. Y eso es importante en una saga que, por años, fue vista desde una mirada masculina, donde las mujeres solían ser solo prostitutas, trofeos o personajes de fondo.
Pero tal vez Rockstar está jugando algo más interesante: apropiarse de las nuevas ideas “correctas” solo para burlarse de ellas desde dentro. Como siempre, con humor negro y sátira. Al final, GTA VI no solo quiere contar una historia: quiere ponernos frente al espejo y preguntarnos por qué necesitamos un mundo tan desordenado, violento y exagerado… para sentirnos libres, aunque sea por un rato.