En un momento crucial para la sociedad mexicana, la legisladora Diana Sánchez Barrios, integrante de la Asociación Parlamentaria Mujeres por el Comercio Feminista e Incluyente, presentó hoy una iniciativa para reformar el Código Penal de la Ciudad de México y tipificar los discursos de odio.



La reforma busca combatir uno de los problemas más graves que enfrenta la convivencia social: la propagación de discursos que alimentan el odio, la discriminación y la violencia.
Durante su intervención, Sánchez Barrios explicó que los discursos de odio no son simplemente palabras vacías, sino armas que deshumanizan al «otro», creando enemigos imaginarios y fomentando prejuicios y desigualdades. «Estas palabras pueden desembocar en actos de violencia, discriminación, exclusión social y, en los peores casos, en genocidio», advirtió la diputada. Además, destacó que este tipo de discursos, lejos de contribuir al bienestar social, generan un ambiente de miedo e inseguridad que afecta a toda la comunidad.
La reforma presentada por la diputada plantea que el Código Penal de la Ciudad de México se actualice para incluir sanciones específicas contra quienes propagan discursos de odio, especialmente en contra de grupos de atención prioritaria, como la comunidad LGBTTTQI+ y otros sectores vulnerables. Según Sánchez Barrios, la legislación actual no refleja un compromiso firme con la justicia y la igualdad, dejando a muchas víctimas desprotegidas.
«El derecho a la libre expresión es fundamental, pero no es absoluto», señaló la legisladora, quien subrayó que la libertad de expresión no debe usarse como un escudo para difundir odio. Para ella, la tipificación de los discursos de odio no representa una restricción injusta de la libertad de expresión, sino una protección necesaria para los derechos humanos.
A lo largo de su exposición, Sánchez Barrios reafirmó que esta reforma enviará un mensaje claro: no hay cabida para el discurso de odio en la sociedad. «Este tipo de discurso nunca construye, solo destruye», concluyó. La legisladora también enfatizó que, si bien la Ciudad de México ha sido un referente en la defensa de los derechos humanos, es fundamental que la legislación se armonice con los principios constitucionales y los avances internacionales en materia de derechos humanos.
La diputada hizo un llamado a sus colegas legisladores a unirse a esta causa, destacando que el rechazo a los discursos de odio debe ir más allá de las palabras, y debe convertirse en una acción colectiva. «Cada acto de generosidad y respeto cuenta», afirmó, al tiempo que invitó a la unidad para erradicar este mal social y construir una sociedad más justa, equitativa y segura para todas las personas.