PALACIO

¿Falló el Martillo de la Medianoche?

Por Mario Díaz

  • Operación espectacular y exitosa, asegura Estados Unidos
  • No tenemos indicio de contaminación radioactiva, dice Irán
  • Bloqueo a Estrecho de Ormuz impactará la exportación de crudo

H. Matamoros, Tamaulipas.- A juzgar por la respuesta iraní al bombardeo estadounidense del pasado fin de semana, tal parece que los daños sufridos en sus instalaciones nucleares no son de las dimensiones que presume el gobierno del país de las barras y las estrellas.

Las tres decenas de misiles lanzados a Jerusalén y a Tel Aviv, la amenaza de bloquear el Estrecho de Ormuz y la advertencia de que los ataques de Estados Unidos “tendrán consecuencias duraderas” no son indicativos de rendición o sometimiento y, por el contrario, revelan la postura real de la República Islámica.

Mientras el presidente de la Unión American DONALD TRUMP calificó como “espectacular y exitoso” el bombardeo a las plantas nucleares ubicadas en Fordo, Isfahán y Natanz, el presidente de Irán MASUD PESEZHKIAN a través de su portavoz en la televisión estatal aseguró que no hay ningún peligro y que los habitantes que viven en las inmediaciones pueden seguir con sus actividades normalmente.

En consecuencia, no es del todo claro si efectivamente el ataque de siete bombarderos estadounidenses B-2 Spirit en la operación Martillo de Medianoche lograron su objetivo de destruir las tres principales plantas de enriquecimiento de uranio en Irán. El Centro Nacional para el Sistema de Seguridad Nuclear del país islámico asegura que no hay señales de contaminación radiactiva.

Según información surgida en torno al caso, ha trascendido que la instalación nuclear en Fordo se encuentra a 90 metros de la superficie lo cual no garantizaría el éxito de las bombas antibúnkers lanzadas por los Estados Unidos toda vez que su capacidad de penetración es de 61 metros.

Al margen de a quién le asista la razón, lo cierto es que el conflicto en Oriente Medio ha escalado considerablemente con la intervención directa de la potencia mundial norteamericana en apoyo al gobierno aliado de Israel y al mismo tiempo colocando en estado de alerta a los países aliados de Irán.

Como es del dominio público el conflicto bélico entre Israel e Irán inició el 13 de junio con el bombardeo israelí a instalaciones nucleares y bases militares iraníes en Natanz, Isfahán y Kermanshah para impedir la producción de material fisible para la construcción de armas atómicas.

La respuesta del país islámico no se hizo esperar y el ejército iraní lanzó más de 150 misiles balísticos y 100 drones contra instalaciones militares de Israel y centros urbanos de Jerusalén y Tel Aviv.

A pesar de las sospechas de Israel y Estados Unidos que datan 30 años en el sentido de que el desarrollo nuclear de Irán es con el fin producir armas, la realidad es que no se han expuesto pruebas contundentes.

Lo anterior trae a colación la invasión norteamericana a Irak con el argumento de que el presidente SADAM HUSSEIN estaba produciendo armas de destrucción masiva, las cuales, por cierto, nunca aparecieron por lo que la duda prevalece.

Desde otra perspectiva, para mala fortuna de la economía mundial, el parlamento de Irán aprobó cerrar el Estrecho de Ormuz lo que afectará las exportaciones petroleras e incrementará el costo del crudo y, en consecuencia, toda la cadena productiva.

Por ese tramo marítimo con rutas navegables de solo tres kilómetros en cada sentido se exporta uno de cada cinco barriles de producción en esa región del Medio Oriente. La decisión del Consejo Supremo de la República Islámica podría derivar en la colocación de minas submarinas y ataques con misiles a los buque-tanques que intenten navegar por esas aguas para ahorrar tiempo y costos de operación.

La situación se agrava con la actividad bélica de los rebeldes hutíes de Yemen que mantienen el control del Estrecho de Bab el Mandeb, ubicado en la entrada al Mar Rojo, mediante el uso de misiles y drones lo que obligar a los navíos mercantes a tomar la ruta alterna que los lleva a rodear el continente africano lo cual, obviamente, alarga los recorridos entre Europa y Asia y encarece la transportación del crudo.

A juzgar por el escenario internacional en aquella región del planeta es previsible que el conflicto bélico podría involucrar a otros países con todo lo que ello representa en materia de paz y seguridad mundial. También, que en la antesala de lo que podría ser la Tercera Guerra Mundial pudiera derivarse un impacto severo en la economía de todos los países del planeta.

Mientras tanto, todo mundo en alerta y a la expectativa.

DESDE EL BALCÓN:

I.-Sin ningún ánimo pesimista, una segunda oleada de los bombarderos B-2 Spirit a Irán y el bloqueo del Estrecho de Ormuz tensarían, sin duda, el conflicto bélico en Oriente Medio.

Ni hablar.

Y hasta la próxima.

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