Con información de: Fernando Dávila
La cuesta de enero es un fenómeno que ocurre por el desbalance financiero tras la inflación, los gastos excesivos y la falta de ahorro que dejan los festejos de fin de año, mismos que ponen las finanzas de los mexicanos en un mal estado debido a la mala administración y los gastos excesivos de diciembre.
Por ello, la economista Betsabé Padilla señaló que “el error principal es no hacer un presupuesto, abusar de las tarjetas de crédito y gastar más de lo que se tiene”.
La experta advierte a la población sobre la importancia de tomar medidas preventivas y ofrece algunos consejos referentes a los gastos de fin de temporada.
Padilla destacó que en la página de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) se pueden consultar empresas confiables para invertir de forma segura, así como obtener consejos para iniciar una cuenta de ahorro formal.
La economista afirmó que el ahorro debe ser constante durante todo el año para proteger el nivel de vida. Advierte que los gastos hormiga (como el antojito de la tienda, el café de la mañana o una salida de viernes por la noche), en caso de no controlarse, pueden causar pérdidas financieras, pero son fáciles de evitar con cambios de hábitos y un registro detallado de cada consumo.
Por otro lado, Karla Barrios, experta en finanzas, aconsejó priorizar necesidades básicas (vivienda, comida y transporte), eliminar gastos innecesarios y pagar primero las deudas con mayores intereses antes de realizar compras impulsivas.
También aseguró que los principales gastos que afectan a las personas en enero son los regalos navideños, el alcohol y los viajes.
Para evitar esto, Barrios sugirió destinar entre el 5% y 10% del salario mensual a la inversión responsable para mitigar la cuesta de enero y así empezar el año con un buen ahorro personal.
La cultura financiera en México sigue creciendo, con herramientas como plantillas para aprender a hacer presupuestos en redes sociales y actividades como la Semana Nacional de Educación Financiera (SNEF) adaptadas a los ingresos y necesidades de cada persona.