La Cámara de Diputados de México se encuentra inmersa en un debate importante sobre una reforma que podría transformar significativamente la seguridad pública del país.
Impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, la propuesta busca transferir la administración de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), un cambio que conlleva importantes modificaciones constitucionales y administrativos.
Objetivos de la reforma
La Guardia Nacional, creada en 2019 con el propósito de combatir la violencia y el crimen organizado, actualmente está bajo la administración de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC). Sin embargo, la reforma propone que esta fuerza sea administrada por la Sedena, consolidando su carácter militar.
El presidente López Obrador argumenta que esta reforma fortalecerá la operatividad de la Guardia Nacional, mejorará la coordinación con otras fuerzas de seguridad y permitirá enfrentar con mayor efectividad los desafíos de seguridad del país.
Detalles de la reforma
La propuesta implica modificaciones a doce artículos de la Constitución, incluyendo los artículos 13, 16, 21, 55, y 129, entre otros. Estos cambios permitirían que la Guardia Nacional sea parte de las Fuerzas Armadas permanentes bajo la administración de la Sedena. Además, el presupuesto de la Guardia sería manejado por la Secretaría de Defensa, y el titular de la institución sería designado directamente por el presidente.
Reacciones y controversias
La reforma ha dividido opiniones en el Congreso y en la sociedad civil. Los defensores señalan que la Sedena tiene los recursos y la experiencia para hacer frente a las amenazas de seguridad pública de manera más eficiente, lo que podría reducir la violencia en el país.
No obstante, los críticos de la propuesta, incluidas organizaciones de derechos humanos alertan sobre los riesgos de militarizar la seguridad pública. Argumentan que esta medida podría erosionar los derechos civiles y aumentar el riesgo de abusos por parte de las fuerzas de seguridad.
Perspectivas futuras
El debate y votación de la reforma se desarrollarán en los próximos días, en un proceso legislativo que requerirá una mayoría calificada en ambas cámaras del Congreso. El resultado tendrá un impacto significativo en la estructura de seguridad del país y en la relación entre las fuerzas armadas y la sociedad civil.
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