Por: Fernando Dávila
Del 22 de mayo al 1º de junio, el Teatro Mulato, en colaboración con la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México (CDMX), presenta el Primer Festival Internacional Afroescénico, una celebración viva que visibiliza la fuerza creativa y la resistencia de las comunidades afrodescendientes en las artes escénicas.



Este festival no sólo marca los 20 años de la compañía Teatro Mulato, sino que también abre un espacio seguro donde el arte se convierte en declaración política. “La diversidad no es un adorno, es el corazón palpitante de una escena”, dijo Marisol Castillo, directora del grupo, durante la conferencia de prensa.
Desde Colombia, Argentina, Italia y España llegan mujeres, actores, actrices y creadoras escénicas afro para compartir relatos que incomodan, celebran y sanan. En palabras de Jaime Chabaud, dramaturgo y fundador: “En México, durante años, a nadie se le ocurría poner una actriz afrodescendiente en una obra norteamericana. La historia se ha blanqueado. Este festival viene a devolverle el color.”
Entre las obras que forman parte de esta primera edición, destacan:
• “Liz-sí-trata”, una adaptación contemporánea sobre la violencia machista, donde una joven convoca a las mujeres de su comunidad para idear juntas un plan de resistencia.
• “¿A dónde va, señor Tlacuache?”, de Jaime Chabaud, que reinventa un mito ancestral: el del astuto marsupial que robó el fuego a doña Lumbre para entregarlo a la humanidad.
• “Cuentos eróticos africanos del Decamerón Negro”, adaptados por Marisol Castillo, que mezcla la franqueza amorosa, la sabiduría ancestral y el humor ácido en una puesta vibrante.
• “Me precio de ser negra”, un montaje de Aleida Violeta Vázquez Cisneros que, entre poesía, canto e imitación, honra la raíz africana en la cultura mexicana.
“El teatro es una agenda social, política y profundamente humana, sobre todo cuando nuestras voces han sido históricamente silenciadas”, afirma Castillo. Y lo confirma Annya Atanasio Cadena, actriz trans participante del festival: “Hoy es el tiempo de gritar, pero no afónico, sino desde la escena.”
Este festival no pide permiso para existir. Nos recuerda que en un mundo que ha intentado borrar los rostros morenos, los cuerpos diversos y las historias no hegemónicas, el arte es refugio, trinchera y espejo. La invitación no es solo a mirar, sino a formar parte de una escena que, por fin, refleja la diversidad de lo que somos.
Para quienes quieran ser parte de esta celebración escénica, cada función tiene un costo de $250 pesos, y los boletos pueden adquirirse en la taquilla del recinto (Av. Revolución 1500) o en línea en helenico.gob.mx. La programación completa y los horarios pueden consultarse en @Mulato_teatro (Instagram) y @Cultura.Ciudad.de.México (Facebook).