En un auditorio repleto de juristas, académicos y estudiantes de derecho, la Dra. Marisela Morales, candidata a ministra de la Suprema Corte, trazó una hoja de ruta para transformar el sistema de justicia mexicano durante su conferencia magistral en el Centro Jurídico Universitario.



Con un discurso que combinó rigor técnico y sensibilidad social, la experta en justicia penal desmenuzó los desafíos de implementar una reforma judicial que responda a las exigencias de igualdad y eficacia que demanda la sociedad actual.
Justicia que no discrimina
Morales dedicó parte fundamental de su intervención a criticar lo que llamó «la justicia de doble filo» que prevalece en México. «No podemos seguir midiendo la efectividad de nuestro sistema por cuántos expedientes se resuelven, sino por cuántas vidas se transforman», afirmó ante los asistentes. Puso como ejemplo los casos de mujeres indígenas que enfrentan barreras lingüísticas y culturales al buscar protección legal, o de adultos mayores que abandonan procesos judiciales por su complejidad y costo.
La también exfiscal especializada señaló que la elección popular de jueces, uno de los ejes de la reforma judicial, debe ir acompañada de mecanismos claros de rendición de cuentas. «La democratización de la justicia no termina en las urnas; comienza cuando cada ciudadano puede verificar si sus jueces cumplen con estándares éticos y profesionales», subrayó.
De la teoría a la acción
Más allá del diagnóstico, Morales detalló propuestas concretas surgidas de su experiencia en el Ministerio Público. Planteó la creación de unidades móviles de justicia que lleven servicios jurídicos a zonas marginadas, la implementación obligatoria de peritajes con perspectiva de género y la simplificación de trámites para víctimas de delitos violentos. «Una madre que busca justicia por su hijo desaparecido no debería tener que navegar un laberinto burocrático», expresó con visible emoción.
La candidata número 20 de la boleta morada dedicó especial atención al tema de la corrupción judicial, señalando que «los malos jueces no solo distorsionan casos individuales; erosionan la confianza colectiva en el Estado de derecho». Propuso un sistema de evaluación continua basado en indicadores claros y la participación ciudadana.
Diálogo con las nuevas generaciones
En el segmento más dinámico del evento, estudiantes de derecho plantearon preguntas incisivas sobre cómo conciliar independencia judicial con rendición de cuentas, a lo que Morales respondió con ejemplos comparados de sistemas judiciales en Canadá y Costa Rica. «La verdadera independencia no significa impunidad; al contrario, se fortalece cuando existe supervisión transparente», argumentó.
La Dra. Ruth Villanueva Castilleja, anfitriona del evento, destacó en sus palabras de cierre que «este tipo de reflexiones son vitales para formar a los próximos operadores jurídicos». El evento concluyó con un compromiso público de Morales de llevar estas discusiones a otros foros académicos del país, buscando construir consensos para lo que calificó como «la reforma judicial más importante del siglo».