Por: Gilberto Solorza
El 10 de agosto, la policía capturó en Cali a Federico Startone, alias Fedi. Es uno de los cerebros logísticos más importantes de la mafia italiana ‘Ndrangheta en Sudamérica. La operación fue conjunta entre la Policía Nacional de Colombia, la Guardia di Finanza italiana y cuerpos especiales del Reino Unido. El fugitivo tenía orden internacional de captura de Interpol. También estaba señalado como sucesor de Giuseppe Palermo, arrestado en Bogotá el mes anterior.


Startone actuaba como intermediario entre la ‘Ndrangheta y grupos criminales de Colombia, Ecuador y Brasil. Coordinaba el envío de cocaína oculta en contenedores de frutas y café con destino a puertos europeos. Según el presidente Gustavo Petro, Fedi compraba la droga al por mayor para la mafia calabresa. Mantenía vínculos con el Clan del Golfo, el Primer Comando Capital (PCC) de Brasil y la banda Los Choneros de Ecuador.
Un negocio global sin fronteras
La captura de Fedi volvió a poner bajo la lupa el papel de las mafias italianas en el tráfico de cocaína desde América Latina. La ‘Ndrangheta, originaria de Calabria, es uno de los principales traficantes de esta droga a nivel mundial. Tiene presencia en Colombia, Brasil y Perú. No busca dominar territorios; prefiere alianzas estratégicas. Sus acuerdos incluyen intercambio de armas, lavado de dinero y control discreto de rutas hacia Europa.
La Camorra, con base en Nápoles, también ha reforzado su red en el continente americano. Destaca en Perú, donde algunos clanes casi monopolizan ciertos envíos de cocaína. A diferencia de la estructura cohesionada de la ‘Ndrangheta, la Camorra se compone de clanes semi-autónomos. Supervisan todo el proceso, desde la logística transatlántica hasta la distribución callejera en Europa. Además, diversifican sus operaciones con heroína y drogas sintéticas.
Aunque existe rivalidad, la tendencia es cooperar. Ambas mafias saben que maximizar ganancias implica evitar conflictos. Comparten rutas, contactos y operaciones para eludir controles portuarios y fronterizos.
Vínculos con México
La ‘Ndrangheta ha forjado alianzas sólidas con el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Estos acuerdos permiten coordinar grandes cargamentos hacia puertos europeos. También comparten tecnología, sobornos y facilitan la infiltración en instalaciones estratégicas. La relación con México complementa la red que ya manejan en Sudamérica. Juntas forman una sociedad criminal transcontinental basada en reputación y protección mutua.
La caída de Fedi es un golpe para la ‘Ndrangheta. Sin embargo, expertos advierten que el reemplazo será rápido. Las mafias italianas muestran gran resiliencia y capacidad de adaptación. Mantienen un negocio que cruza océanos, fronteras y continentes, con la cocaína latinoamericana como eje central.