Por: Gilberto Solorza
Con una ofensiva explosiva liderada por Sandber Pimentel, los Bravos de León evitaron la barrida y derrotaron 13-9 a los Diablos Rojos del México en el tercer y último juego de la serie disputado en el Estadio Alfredo Harp Helú.


Desde la primera entrada, los Bravos mostraron que venían decididos a pelear. Un doblete de Pimentel permitió que Alberth Martínez anotara en una jugada cerradísima en el plato, donde un segundo más tarde y Sebastián Valle lo habría marcado como el tercer out. Poco después, Jimmy Kerrigan impulsó a Pimentel con un sencillo para poner la pizarra 2-0.
Los Diablos respondieron de inmediato. José Marmolejos anotó en la baja de la primera tras un rodado al central de Arístides Aquino. Y en la segunda, Allen Córdoba le dio la vuelta al marcador con un cuadrangular que llevó también al plato a Moisés Gutiérrez (3-2).
Pero la reacción escarlata se desvaneció ante la embestida leonesa. En la quinta alta, Pimentel volvió a hacerse presente con un jonrón por el jardín derecho que trajo dos carreras más (4-3). Luego, en la sexta, León fabricó un rally de cinco carreras: base por bolas con casa llena, un lanzamiento descontrolado, y un doblete demoledor de Pimentel que vació las bases y puso el juego 9-3.
La séptima fue igual de letal. Michael Robles impulsó una carrera con sencillo y Jesús Martínez coronó el ataque con un cuadrangular de tres carreras, llevando la ventaja hasta 13-3.
Aunque los Diablos intentaron una remontada tardía —anotando una carrera en la octava y cinco en la novena, incluyendo un gran slam de Moisés Gutiérrez que puso a vibrar a la tribuna—, la diferencia era ya demasiado amplia.
Sandber Pimentel fue la figura del juego con dos dobles, un jonrón y seis carreras impulsadas. Así, los Bravos cortaron la racha ganadora del México y demostraron que, al menos esta vez, la tercera sí fue la vencida.