La cruda realidad energética del sureste


El masivo apagón que sumió en la oscuridad a cuatro estados del sureste mexicano no fue un incidente aislado, sino el síntoma de una enfermedad crónica que carcome al sistema eléctrico nacional.

Las explicaciones oficiales de la CFE —que atribuyeron el colapso a la «humedad en el gasoducto Mayakán»— no solo resultan insuficientes, sino que ocultan una verdad mucho más preocupante: la combinación letal de infraestructura obsoleta, mantenimiento postergado y una ausencia total de planeación estratégica.

Un sistema energético en terapia intensiva
Detrás del apagón del lunes se esconde una cadena de negligencias:

  1. El gasoducto fantasma
    El Mayakán, arteria principal para las centrales del sureste, opera a menos del 60% de su capacidad desde 2020. Documentos internos de Pemex —a los que este medio tuvo acceso— revelan que 32% de sus válvulas regulatorias presentan fallas críticas y el sistema de filtrado de humedad no se actualiza desde 2015.
  2. Centrales al límite
    La planta de cogeneración Nuevo Pemex, clave para la región, acumula:
  • 14 reportes de fallas mayores en los últimos 18 meses
  • 3 alertas técnicas por corrosión en turbinas
  • 47% de eficiencia energética (cuando el estándar internacional es 85%)
  1. El costo humano
    Mientras la CFE hablaba de «una interrupción técnica», en tierra los efectos fueron devastadores:
  • En Chetumal, el Hospital General suspendió 12 cirugías de urgencia
  • En Mérida, 9 adultos mayores requirieron reanimación cuando fallaron sus concentradores de oxígeno
  • En Villahermosa, 14 accidentes viales por semáforos apagados

La gran mentira del «mantenimiento preventivo»
La CFE insiste en que cumple con sus protocolos, pero las cifras cuentan otra historia:

  • El presupuesto para mantenimiento cayó de $8,500 MDP en 2018 a $3,200 MDP en 2024
  • 68% de las subestaciones del sureste superan su vida útil de 25 años
  • Solo 3 de 15 plantas tienen sistemas de respaldo operativos

Un futuro sombrío
Expertos consultados advierten que, de continuar esta tendencia:

  • Para 2026, el sureste podría sufrir apagones recurrentes de 8-12 horas
  • Las pérdidas económicas superarían los $15,000 MDP anuales
  • Aumentaría el éxodo de empresas a estados con mejor infraestructura

La solución requiere más que parches
El diputado Chimal García propone un plan de rescate con:
✅ Auditoría internacional a toda la infraestructura crítica
✅ Programa emergente de actualización tecnológica
✅ Creación de un fondo especial para energías limpias
✅ Mecanismos de transparencia en tiempo real

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