La reliquia de San Judas Tadeo ha arribado a México, suscitando gran expectación entre los fieles católicos.
Este fragmento óseo, parte de uno de los brazos del santo, fue traído desde Roma y se encuentra en exhibición en diversas parroquias del país.
San Judas Tadeo, conocido como el Santo de las causas imposibles o desesperadas, es objeto de profunda devoción. Cada 28 de octubre, sus seguidores celebran su festividad. La llegada de la reliquia ha generado un fervor especial, y se espera que miles de fieles acudan a venerarla durante su estancia en México, que abarca desde el 28 de julio hasta el 28 de agosto.
En Puebla arribará el 25 y 26 de agosto de 2024 en la Diócesis de Tehuacán.
Siendo la Catedral de la Inmaculada Concepción; y Parroquia de Nuestra Señora del Carmen, donde los feligreses podrán visitarla. Así como en la Parroquia San Simón y San Judas Tadeo, en Yehualtepec.
Posteriormente del 27 al 29 de agosto, la reliquia de San Judas Tadeo estará en la Catedral de Puebla.
Mientras en Tlaxcala, se tendrán el 23 y 24 de agosto, en la Parroquia de San José.
La Santa Sede del Vaticano autorizó esta visita, concediendo el permiso para que la reliquia recorra distintas ciudades, incluyendo la Ciudad de México, el Estado de México, Tlaxcala y Puebla. Durante su peregrinación, el hueso del santo es transportado bajo estrictas medidas de seguridad.
Significado espiritual y milagros
La devoción a San Judas Tadeo se basa en su papel como intercesor en situaciones difíciles. Los fieles creen que él puede obrar milagros y ayudar en circunstancias desesperadas. Muchos han compartido testimonios de curaciones, protección y soluciones inesperadas tras invocar su nombre.
Ritual de veneración
Durante la visita de la reliquia, los fieles se acercan con reverencia y fe. Algunos tocan el relicario con sus manos o pañuelos, buscando la bendición y la protección del santo. Las misas y procesiones en su honor son momentos de comunión y esperanza.
Legado artístico
A lo largo de la historia, San Judas Tadeo ha sido representado en pinturas, esculturas y otras manifestaciones artísticas. Su iconografía incluye elementos simbólicos como la llama, la imagen de Jesús y la carta. Estas obras de arte reflejan la devoción popular y la inspiración que el santo proporciona.