Por: Gilberto Solorza
Este martes, el gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, y la secretaria de Turismo, Josefina Rodríguez Zamora, presentaron en la sede de la Secretaría de Turismo federal en la Ciudad de México la edición 2025 del festival Entre Vivos y Muertos, un evento que reúne y celebra todas las festividades del Día de Muertos que organizan los municipios del estado.






Durante la presentación, Armenta destacó que la expectativa para este año es recibir casi dos millones de visitantes, una cifra 15% superior a la de 2024, lo que convertirá a la edición 2025 en la más concurrida en la historia del festival. “Estos son los mejores días del año para los touroperadores y para los pueblos de Puebla y de todo México”, afirmó el mandatario.
El gobernador explicó que el festival incluye 45 eventos en distintos puntos del territorio poblano, con actividades que van desde el espectáculo de Atlixco, realizado sobre una laguna iluminada, hasta el de Cholula, que tiene como escenario principal la pirámide. Cada evento busca resaltar la identidad cultural y las tradiciones locales, además de generar beneficios económicos para las comunidades anfitrionas.
Las autoridades estiman una derrama económica de 31 mil millones de pesos, cantidad que impulsará de manera importante la economía estatal, sobre todo en los sectores de hospedaje, gastronomía y transporte.
Armenta aseguró que el movimiento turístico aumentará 10% los vuelos hacia el Aeropuerto Internacional de Puebla respecto al año anterior. También señaló que los visitantes planean pasar de 1.7 a dos noches de hospedaje durante los días de las festividades.
Rodríguez Zamora destacó el valor de que cada municipio aporte su propia interpretación de la tradición, lo que convierte al festival en un mosaico de costumbres y expresiones. “Queremos que Puebla sea el corazón de las celebraciones del Día de Muertos en México”, enfatizó la secretaria.
El gobernador agregó que entre el 20 y 30% de los turistas provendrán del extranjero, especialmente de Europa y América. “Chignahuapan es un ejemplo de ello: los primeros boletos para su festividad fueron adquiridos por turistas de Suecia”, puntualizó.
Para cerrar su intervención, Armenta mencionó el caso de Tochimilco, uno de los municipios que comienza sus celebraciones desde esta semana. En esa localidad, los habitantes montarán 44 altares monumentales dedicados a personas fallecidas en circunstancias trágicas, entre ellas las víctimas de la reciente contingencia climática ocurrida hace tres semanas. Cada altar cuesta entre 15 mil y 80 mil pesos, una muestra del esfuerzo y la devoción de sus pobladores.
Con esta edición, el festival Entre Vivos y Muertos busca consolidar a Puebla como uno de los principales destinos turísticos de México durante el Día de Muertos, uniendo tradición, arte y memoria en una celebración que, según Armenta, “no solo honra a quienes ya no están, sino que también da vida a nuestras raíces”.









