Por: Gilberto Solorza
Desde hace unos días ronda por la plataforma de YouTube un anuncio por parte del gobierno del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, con un fuerte mensaje antimigrante que raya en el racismo disfrazado de elogio hacia las recientes reformas del mandatario.


Esto prendió las alarmas a millones de mexicanos, lo que derivó en que la presidenta Claudia Sheinbaum presentara una reforma a la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (LFTyR) en donde buscaría que la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones tenga libertad para bloquear contenido digital, especialmente propaganda de gobiernos extranjeros en medios mexicanos.
Y, aunque esta medida fue pasada al senado con una «aprobación exprés», líderes de bancadas del Partido Acción Nacional (PAN) y del Partido Revolucionario Institucional (PRI) han señalado un peligro latente con esta reforma argumentando que bien podría caer en una obsesión por controlas los medios de comunicación y difusión.
La modificación de ley, que se ha ganado el nombre de «Ley Censura» por la oposición, ha generado un intenso debate entre legisladores; mientras el gobierno defiende la medida como una forma de proteger la soberanía digital y blindar a la población de campañas de desinformación extranjeras, críticos advierten que se trata de una peligrosa puerta abierta a la censura estatal, como si se tratara de una novela de George Orwell.
“El gobierno de México no va a censurar a nadie, mucho menos lo que se publica en plataformas digitales”, aseguró la presidenta en su conferencia mañanera después de que las críticas de la oposición se hicieran públicas.
A pesar de la controversia, el bloque oficialista en el Congreso ha anunciado que impulsará la aprobación definitiva de la reforma en las próximas semanas. Mientras tanto, especialistas recomiendan a la ciudadanía mantenerse informada para garantizar que cualquier medida en materia digital respete los principios de pluralidad, libertad y acceso a la información.