La solidaridad y la ayuda humanitaria fluyen incesantemente desde el Estado de México hacia las víctimas del devastador huracán Otis en Guerrero. El Centro de Acopio ubicado frente al Palacio de Gobierno estatal se ha convertido en un faro de esperanza, logrando recolectar más de 350 toneladas de víveres, alimentos no perecederos, productos de higiene personal, y otros artículos esenciales para quienes han sufrido los estragos del fenómeno natural.
Este acto de generosidad sin precedentes también ha involucrado el envío de 120 toneladas de medicamentos e insumos médicos, sumando un total de más de 747,710 piezas que servirán para atender las necesidades de salud de los afectados.
La gobernadora Delfina Gómez Álvarez tomó la iniciativa de brindar apoyo desde el primer momento. El 28 de octubre, tan solo cuatro días después del impacto del huracán, dio el banderazo de salida al primer envío de ayuda humanitaria, trasladando 154 toneladas de víveres a las zonas más necesitadas.
La colaboración y el esfuerzo conjunto no se detienen ahí. Tres helicópteros ambulancia de la Unidad de Rescate Aéreo de Relámpagos se han movilizado, junto con equipos, unidades y personal de servicios de emergencia, para apoyar las tareas de recuperación en las comunidades más afectadas. Hasta el momento, se han realizado 11 traslados de pacientes desde Guerrero a la Ciudad de México y Toluca, garantizando atención médica oportuna.
El apoyo en terreno también ha sido crucial, con 68 operativos, 22 bombas de achique, 17 camionetas, seis pipas de agua de 10 mil litros cada una, cinco camiones tipo Vactor, siete camiones de volteo, tres camas bajas, dos bombas de seis pulgadas tipo Thompson, tres bombas de cuatro pulgadas tipo Thompson, tres luminarias, dos plantas de luz, un camión Hyatt, un camión cisterna de diésel, un compresor grande, una planta potabilizadora, una retroexcavadora, un mini cargador y una oficina móvil han sido desplegados en Guerrero para asistir en las labores de rescate y recuperación.
Bajo la directriz de la gobernadora, los esfuerzos humanitarios continuarán sin cesar hasta que el Estado de Emergencia en la zona sea levantado. Se hace un llamado a la población para seguir uniendo esfuerzos y donar alimentos no perecederos, productos de higiene personal, artículos de limpieza, insumos médicos y otros elementos esenciales. La solidaridad mexiquense demuestra que, en tiempos de adversidad, la unión y la ayuda mutua son el camino hacia la recuperación y la reconstrucción.
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