En el marco del Día del Maestro, Isaac Montoya Márquez, candidato de la coalición Sigamos Haciendo Historia, reafirmó su compromiso con la educación como un derecho fundamental.
Montoya prometió que, de ganar las elecciones el próximo 2 de junio, ampliará la oferta educativa en Naucalpan, incluyendo la culminación de la Universidad Pública de Naucalpan.
Durante sus recorridos de campaña en comunidades como la colonia Plan de Ayala, Montoya destacó la importancia de garantizar condiciones dignas en las escuelas, mejorando aulas, baños, canchas y auditorios.
Señaló que, según el Artículo 3º de la Constitución Política, toda persona tiene derecho a la educación, y es responsabilidad de los gobiernos en todos los niveles impartir y garantizar la educación inicial, media superior y superior.
Montoya, quien ha defendido el proyecto de la Universidad Pública de Naucalpan como legislador, enfatizó la necesidad de esta institución para ofrecer oportunidades educativas a los jóvenes que anualmente se quedan sin acceso a la educación superior. “Este proyecto aliviará la carga y la demanda, permitiendo a las juventudes naucalpenses cumplir sus sueños”, afirmó Montoya.
El candidato también resaltó el compromiso de Claudia Sheinbaum, candidata presidencial, de buscar la gratuidad en todos los sistemas de educación superior pública del país y fortalecer las universidades Benito Juárez, la Universidad de la Ciudad de México, la Rosario Castellanos y la Universidad de la Salud. Este plan atenderá a 300 mil estudiantes adicionales de educación superior durante el próximo sexenio.
Montoya subrayó que actualmente solo cuatro de cada diez jóvenes en México tienen acceso a la universidad. Datos de la ANUIES indican que entre 500 mil y 700 mil estudiantes quedan fuera cada año de las principales universidades públicas del país, alcanzando un pico de 900 mil en el periodo 2020-2021.
“La Universidad Pública de Naucalpan es una necesidad urgente para nuestra comunidad”, dijo Montoya, criticando la oposición del gobierno municipal panista encabezado por Angélica Moya, que consideró el proyecto como inviable.
