En un avance para la paleontología y la historia natural, un grupo de científicos mexicanos ha logrado un descubrimiento sin precedentes al registrar por primera vez en América un huevo fósil de flamenco del Pleistoceno.
Este asombroso hallazgo tuvo lugar en el yacimiento de Santa Lucía, cercano a Tecámac, durante las actividades de construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
El fósil en cuestión, datado entre 12,000 y 8,000 años de antigüedad, muestra un asombroso estado de conservación y representa el segundo ejemplar de este tipo hallado en todo el mundo.
La aparición de este fósil en el contexto de las obras de construcción del aeropuerto subraya la necesidad urgente de adoptar medidas para la protección de sitios arqueológicos y paleontológicos, que pueden ofrecer una ventana única a la historia evolutiva y medioambiental de nuestro planeta.
Las revelaciones derivadas del análisis del huevo fósil han sido documentadas en la prestigiosa revista Historical Biology, desvelando detalles intrigantes sobre la historia y comportamiento de los flamencos en el continente americano. Los científicos sugieren que estas aves podrían haber habitado un paleolago con características de baja profundidad y alta salinidad durante la era Pleistoceno-Holoceno.
Este descubrimiento es especialmente notable dado que, hasta ahora, únicamente se habían identificado cinco ejemplares fósiles de huevos de flamenco en España. La presencia de este hallazgo en América ofrece nuevas perspectivas sobre la distribución geográfica de esta especie y su historia evolutiva.
Según los especialistas, el huevo fósil mide 93.491 milímetros de largo con un ancho máximo de 55.791 milímetros. Posee una forma alargada con puntas agudas en ambos extremos, y su cáscara no muestra patrones de manchas, siendo inmaculada.
La determinación de la especie a la cual pertenece el huevo fósil fue llevada a cabo a través de un minucioso análisis que consideró las medidas del huevo, así como su forma y patrón de cáscara, permitiendo diferenciarlo de los huevos de otras aves.
Los científicos han planeado una serie de estudios adicionales para profundizar en la comprensión de la estructura y morfología del huevo fósil. Además, se llevarán a cabo análisis geoquímicos y de ADN antiguo y proteínas con el objetivo de arrojar luz sobre la relación del flamenco fósil con las especies de flamencos vivos y extintos.
Este descubrimiento confirma la existencia de flamencos en México durante el periodo Pleistoceno. Los investigadores sugieren que los cambios climáticos, glaciaciones y actividad volcánica en la Cuenca de México podrían haber creado las condiciones idóneas para que los flamencos habitasen el antiguo lago de Xaltocan.
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