La noche en Atizapán de Zaragoza se llenó de magia y emoción durante el octavo día del Festival Internacional de las Artes Atzán 2024, gracias al espectacular concierto ofrecido por el icónico cantautor y productor mexicano Aleks Syntek.
Con una trayectoria de 30 años en la industria musical, el artista hizo vibrar a más de 10 mil fanáticos con su «3D Ecadas Tour», una velada llena de sus éxitos más emblemáticos y piezas de su última producción discográfica.
Ataviado en un traje negro con dorado, Syntek cautivó al público al alternar entre la guitarra, el piano y el sintetizador, desplegando todo su talento musical. El concierto inició frente al Palacio Municipal atizapense con «Todos quieren subir», celebrando así sus tres décadas en la música. Con su característico saludo, el oriundo de Mérida, Yucatán, se conectó con la audiencia local.
Éxitos de las décadas de los 90, 2000 y la actualidad, como «Duele el amor», «Tu recuerdo divino», «Sin ti» y «Corazones invencibles», provocaron que la calma inicial se transformara en una explosión de emociones. Bajo un cielo estrellado creado por las linternas de los celulares, el show alcanzó niveles épicos.
Syntek, siempre cercano a sus seguidores, se acercó a la primera fila, compartió momentos con ellos, se tomó fotos y encendió aún más la noche con «De Noche en Atizapán». La velada llegó a su punto culminante con «Intocable», pero el artista regaló a sus fans un encore con «Chicas Cocodrilo» y «Viviendo de noche».
Pedro Rodríguez Villegas, presidente municipal de Atizapán de Zaragoza, entregó a Syntek un merecido reconocimiento y una estatuilla representativa de la diosa de las artes Atzán, como agradecimiento por su participación en Atzán 2024. «Los amo a todos», expresó el emocionado cantante, destacando su alegría por el cariño del público.
Con la promesa de más actuaciones, Syntek, quien anunció su regreso a los escenarios hace nueve meses, continúa su gira que abarcará ciudades de Estados Unidos. Su impacto en la música pop en español lo ha consolidado como una figura destacada, y el festejo de sus tres décadas en la industria, aunque retrasado por la pandemia, se convirtió en una noche inolvidable para los atizapenses.
