Donald Trump es nominado al Premio Nobel de la Paz 2025


Por: Gilberto Solorza

El presidente estadounidense Donald J. Trump ha sido nominado oficialmente al Premio Nobel de la Paz 2025 por su participación en la negociación del alto al fuego entre Israel e Irán, tras la breve pero intensa “Guerra de los 12 Días”.

La nominación fue impulsada por el congresista republicano Buddy Carter, quien aseguró que Trump fue clave para evitar una escalada mayor en Medio Oriente y contener las aspiraciones nucleares de Teherán.

La paz tras los bombardeos

En su carta dirigida al Comité Noruego del Nobel, Carter elogió lo que calificó como el “extraordinario e histórico papel” de Trump no solo en la reciente crisis, sino también por su anterior intervención en la tregua entre India y Pakistán en la región de Cachemira. Según el legislador, el liderazgo del presidente encarna los valores del premio: “la búsqueda de la paz, la prevención de la guerra y la armonía internacional”.

La nominación llega después de que Trump, en calidad de jefe de Estado durante su nuevo mandato, ordenara ataques aéreos contra instalaciones nucleares iraníes en Isfahán, Natanz y Fordo. Las acciones militares, justificadas por Estados Unidos como medidas preventivas ante un supuesto avance nuclear de Irán, precipitaron negociaciones de cese al fuego entre ambos países. Para Carter, fue precisamente esa ofensiva lo que “evitó una guerra de proporciones inimaginables”.

Trump reaccionó con entusiasmo a la nominación en su red social Truth Social, donde afirmó haber “destruido las capacidades nucleares del mayor estado terrorista del mundo” y proclamó haber “traído esperanza donde antes solo había oscuridad”.

Por qué es una mala idea

La nominación ha sido recibida con escepticismo e indignación en diversos sectores diplomáticos, académicos y humanitarios. Los críticos argumentan que premiar a Trump por una paz alcanzada a través de bombardeos preventivos no solo distorsiona el espíritu del Nobel de la Paz, sino que también establece un precedente peligroso: recompensar la imposición militar como vía legítima de mediación internacional.

“Estamos hablando de alguien que, bajo el pretexto de evitar la guerra, lanzó una ofensiva que mató a cientos y dejó a millones en vilo”, afirmó Anya Nielsen, investigadora del Instituto Internacional de Paz de Oslo. “¿Desde cuándo la paz se construye con ataques aéreos?”.

Además, las credenciales diplomáticas de Trump son ampliamente cuestionadas. Durante su mandato anterior (2017-2021), su gobierno se retiró de tratados clave como el Acuerdo de París y el pacto nuclear con Irán, alimentó tensiones con aliados históricos y promovió una política exterior errática y confrontativa. Para muchos observadores, más que un artífice de paz, Trump ha sido un agente de polarización global.

Esta no es la primera vez que Trump es propuesto para el Nobel de la Paz. En años anteriores, recibió nominaciones por su participación en los Acuerdos de Abraham y por supuestas gestiones con Corea del Norte. Ninguna prosperó. Sin embargo, su reincidencia en las nominaciones ha alimentado el debate sobre la politización del galardón, que en ocasiones anteriores ha sido objeto de controversia —como cuando fue otorgado a Barack Obama en 2009, apenas unos meses después de asumir la presidencia.

Por ahora, el Comité Nobel no ha emitido comentarios sobre la candidatura. La decisión final se dará a conocer en octubre de 2025.

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