Con una sólida actuación monticular y bateo oportuno, los Diablos Rojos del México concretaron la barrida sobre El Águila de Veracruz al imponerse 2-0 en el Estadio Beto Ávila.





La victoria significó la quinta de forma consecutiva para los capitalinos, quienes no habían conseguido una barrida en el puerto desde la temporada 1999.
El pitcheo escarlata fue protagonista del encuentro al combinarse para una blanqueada de cuatro hits, apenas la segunda para el club en la temporada. La labor comenzó con Brooks Hall, quien obtuvo su primer triunfo del año tras lanzar cinco entradas de solo dos imparables, una base por bolas y dos ponches. Le siguieron Nick Emmanuel, Edwin Fierro, JC Mejía y el japonés Tomohiro Anraku, quien se apuntó el salvamento. En total, el bullpen capitalino acumula 9.0 entradas consecutivas sin permitir carrera.
La ofensiva respondió con lo justo: Moisés Gutiérrez conectó doblete productor en la segunda entrada para que Rio Ruiz abriera la pizarra, y José Rondón impulsó la segunda anotación en el tercer capítulo con un sencillo. Además, los Diablos fueron agresivos en las bases, robando cuatro colchonetas (dos de Gutiérrez, una de Ramón Flores y otra de José Pirela).
Con este resultado, los dirigidos por el mánager Lorenzo Bundy consolidan su posición como líderes de la Zona Sur y se preparan para su siguiente compromiso: una serie de tres juegos en Mérida frente a Leones de Yucatán, a disputarse de martes a jueves en el Estadio Kukulcán. El probable abridor para el primer encuentro será Wilmer Font.