Desalojan oficinas del INAI


Por: Fernando Dávila

Tras la aprobación en el Congreso de la Unión de la desaparición del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), empleados de este organismo fueron captados desalojando las instalaciones centrales en la Ciudad de México.

Con cajas, cuadernos y rostros de resignación, los trabajadores abandonaron el lugar que durante más de 20 años fue su espacio laboral, marcando el fin de una etapa en la historia de la transparencia en México.

El INAI, un organismo autónomo encargado de garantizar el acceso a la información pública y la protección de datos personales, fue disuelto por el gobierno de Morena bajo el argumento de que sus funciones eran redundantes, su mantenimiento representaba un gasto excesivo y se había convertido en una entidad burocrática con presuntos malos manejos. La reforma, impulsada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador y respaldada por la actual presidenta Claudia Sheinbaum, calificó al INAI como un organismo “opaco y corrupto”.

Incertidumbre laboral y liquidaciones
La desaparición del INAI no solo generó dudas sobre el futuro de la transparencia y la protección de datos en el país, sino que también afectó a más de 700 empleados, quienes ahora enfrentan la incertidumbre laboral. La Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno, encabezada por Raquel Buenrostro, aseguró que los trabajadores serán indemnizados con el equivalente a tres meses de salario más 20 días por cada año laborado. Las liquidaciones se entregarán en las instalaciones centrales de la CDMX, ubicadas en Coyoacán, antes del 20 de abril.

El nacimiento de un nuevo organismo
Con la desaparición del INAI, surge “Transparencia para el Pueblo”, el organismo que lo sustituye y que, según el gobierno, buscará fortalecer la lucha contra la corrupción y garantizar el acceso a la información de manera más eficiente. Sin embargo, este cambio ha generado escepticismo entre expertos y organizaciones civiles, quienes cuestionan si el nuevo organismo mantendrá la autonomía y eficacia que caracterizó al INAI en sus mejores momentos.

Mientras los empleados desalojan las oficinas y recogen sus pertenencias, el país se prepara para un nuevo capítulo en materia de transparencia. Aunque el futuro es incierto, lo que queda claro es que el legado del INAI, con sus aciertos y desafíos, permanecerá en la memoria de quienes lucharon por la rendición de cuentas y el derecho a la información en México.

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