Durante el debate sobre las leyes reglamentarias de la Guardia Nacional, la diputada federal priista por Veracruz, Lorena Piñón Rivera, lanzó un enérgico llamado contra la propuesta del oficialismo, calificándola como una “emboscada legislativa” destinada a imponer un “Estado policiaco con rostro de disciplina castrense”.
Con el respaldo del líder nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, la legisladora afirmó que Morena busca normalizar lo que debería ser una excepción, al pretender que “el soldado sustituya al policía” y convertir “el miedo en la nueva paz”. Señaló que esta reforma rompe el consenso de 2019 que garantizaba el carácter civil, temporal y complementario de la Guardia Nacional.
Piñón Rivera reconoció el valor y apoyo que las Fuerzas Armadas brindan en tareas de protección civil, especialmente en Veracruz, pero hizo una clara distinción: “Los militares están para proteger a la nación, no para vigilar a los ciudadanos”. Subrayó que la seguridad pública debe estar en manos de corporaciones civiles, no militares.
Además, denunció que las reformas buscan crear un “aparato de espionaje institucional” con vigilancia masiva, al que comparó con “el Gran Hermano del siglo XXI”, advirtiendo sobre riesgos para las libertades y derechos ciudadanos.
En su crítica al gabinete presidencial, destacó la marginación del secretario de Seguridad Pública, Omar García Harfuch, al ser convertido en “funcionario sin brazos ni instrumentos”, evidenciando una intención deliberada de subordinar la seguridad pública al control militar.
La diputada concluyó con un mensaje firme:
“El PRI no es cómplice del miedo ni del silencio. Aún queda oposición, y aún queda México”, reafirmando el compromiso de su partido con la defensa del Estado de Derecho y las instituciones democráticas.
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