En medio de la peor crisis de desapariciones y forense en la historia de México, la titular de la Comisión Nacional de Búsqueda, Karla Quintana, ha presentado su renuncia, un acontecimiento que ha desencadenado preocupación y críticas contundentes en el ámbito político y social del país.
La diputada federal del PRI, Paloma Sánchez, destacó que la renuncia de Quintana llega en un momento crítico, cuando México enfrenta una crisis sin precedentes en el ámbito de las desapariciones y la identificación forense. Sánchez afirmó que «la justicia y la verdad van tarde y se retrasan cada día más, debido a la falta de voluntad de este gobierno para sensibilizarse ante el dolor de las víctimas».
Karla Quintana anunció su dimisión en una carta dirigida al titular del Ejecutivo Federal, sin ofrecer una explicación detallada. En el texto, simplemente señaló que presentaba su renuncia con efectos inmediatos y carácter irrevocable, «en virtud de los contextos actuales».
Sin embargo, su partida de la Comisión Nacional de Búsqueda coincide con el anuncio reciente del presidente de que se está llevando a cabo un censo sobre personas desaparecidas, reconociendo que las cifras reportadas hasta el momento indican un aumento significativo en comparación con administraciones anteriores.
La diputada federal del PRI, Paloma Sánchez, criticó la falta de voluntad del gobierno para abordar esta creciente crisis y expresó su preocupación por la grave insensibilidad hacia las madres buscadoras, quienes han luchado incansablemente por encontrar a sus seres queridos. Además, Sánchez señaló que el presupuesto asignado a la Comisión Nacional de Búsqueda es insuficiente, y con la renuncia de Quintana, teme que el limitado progreso que se había logrado quede en suspenso.
«Quieren cambiar el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas para ofrecer cifras más favorables y fingir que todo está bajo control, cuando en realidad entre 40 y 50 mexicanos desaparecen todos los días», afirmó la legisladora.
Sánchez concluyó haciendo hincapié en que el Plan Nacional de Búsqueda aún no se ha implementado por completo y que se requieren esfuerzos significativamente mayores para satisfacer las demandas de las familias de las víctimas. La renuncia de Karla Quintana, en este contexto, ha avivado aún más el debate sobre la grave situación de las desapariciones en México y la necesidad urgente de abordar este problema de manera efectiva.
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