Amagos doloridos
Eduardo Meraz
Dice no ser rencoroso y tampoco lo mueve la venganza, pero es inocultable el ánimo dolorido del presidente totalmente Palacio Nacional, por no lograr domeñar a todos los medios de comunicación como quería.
En su teatro en atril mañanero volvió a esbozar la posibilidad de retirar las concesiones a las estaciones de radio y televisión, por el pecado de apartarse de la doctrina cuatroteísta por él encarnada.
Y ya en su papel de pontificador, siguió con recomendaciones a los dueños de los medios de comunicación, así como antes había hecho a los partidos políticos de oposición, a fin de que todo sea a su imagen y semejanza.
“No hay que quitarle las concesiones,no son de su propiedad. Son concesiones públicas, no… Hay que hacerlo regresar a la época de los liberales, donde la prensa se controla con la prensa, la prensa se regula con la prensa”, esbozó y dictó un sofisma:
Para que no esté todo ladeado, para que haya un equilibrio “informen con objetividad, con profesionalismo, que su propósito realmente sea informarle al pueblo, lo más cercano que se pueda al pueblo (y) lo más distante que se pueda del poder económico y del poder político”.
Como cualquier empresa, los medios de comunicación privados están diseñados para obtener utilidades, independiente de su ideología o línea editorial. Y este principio vale lo mismo para La Jornada que para El Universal.
Y si alguien ha dado plena validez a este precepto es el mandatario palaciego, que ha hecho del “derecho a la publicidad” del gobierno su principal instrumento para controlar algunos medios de información.
En resumen, la prensa para poder cumplir su función de difusión a la sociedad, no puede estar distante ni del poder político ni del poder económico, tanto por cuestiones pecuniarias como noticiosas.
Y en el caso de las estaciones de radio y televisión, además de los tributos normales que pagan todas las empresas, hacen aportaciones al erario público por el aprovechamiento de frecuencias radioeléctricas en servicios de telecomunicaciones y radiodifusión.
Pero el saliente habitante del palacete virreinal no se conforma con quejarse con amargura de la prensa y de los medios electrónicos, al final de su mandato presiona y amaga, con miras a limpiar el camino a su sucesora.
Y eso ya tuvo efecto en algunos programas informativos, donde periodistas, comentaristas y analistas han moderado sus cuestionamientos a los mandatario entrante y saliente.
Si bien el actual ejecutivo asegura no ser rencoroso, en diferentes sectores existe zozobra por la aplicación del plan C del cuatroteísmo, en las postrimerías de su mandato dolorido.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
Según el consejero del INE, Martín Faz, en la operación del PREP no hay fraudes, sino “errores de transcripción”.
@Edumermo