Ya no es duro, es tupido
Eduardo Meraz
Por arriba, por abajo, por todos lados le llueve en su milpita al gobierno cuatroteísta. Informes, estudios, declaraciones, nacionales y extranjeros, van exhibiendo la pésima administración encabezada por el presidente totalmente Palacio Nacional, para quien un mayor número de homicidios no significa más violencia.
Los más de 186 mil homicidios dolosos, en realidad han sido asesinatos amorosos, casi consensuados, a fin de no hacer enojar al mandatario palaciego y menos que se interprete como afán de querer debilitar a su gobierno.
Sin embargo, los insumisos datos de la realidad, muchos de ellos recabados por organismos oficiales y hechos públicos por medios de comunicación e investigadores dan cuenta de la incapacidad gubernamental no sólo para atender las necesidades más sentidas de la población, sino en un manejo pulcro y eficiente de los recursos públicos.
Este apartamiento de la realidad lo ha llevado a creer que las ruinas de país que dejará al terminar su mandato representan para los mexicanos vivir en condiciones similares a las de Dinamarca. En los hechos estamos más cerca de Venezuela que del país nórdico.
En fechas recientes, como parte de los primeros balances sobre la gestión del supuesto bienestar se ha dado a conocer que la megafarmacia no puede surtir ni siquiera tres recetas al día, en promedio, aun cuando su puesta en operación representó cientos de millones de pesos.
El mejor sistema de salud público prometido por el habitante temporal del palacete virreinal, ha generado que los mexicanos tengan que destinar 40 por ciento más de sus ingresos para recibir atención médica y medicamentos, lo cual constituye una forma alterna de privatizar la salud.
Presumiblemente el aeropuerto de Santa Lucía ya es rentable, pero no por el transporte de pasajeros, sino como central avionera de carga. Los vuelos diarios de pasajeros apenas suman poco más de una decena.
El rescate de Pemex, que nos ha representado entregarle más de 1.7 billones de pesos, cada vez produce menos petróleo y se sigue dependiendo de la importación de gasolinas, porque la refinería Dos Bocas todavía tardará algunos meses en empezar a producir tales combustibles.
El papel de las fuerzas armadas en actividades productivas y administrativas ha dejado mucho que desear. Su labor en puertos, aeropuertos, trenes, aduanas y centros turísticos, además de pérdidas constantes, tampoco han contribuido a reducir la corrupción ni el tráfico de bienes, personas, armas y drogas.
Haber incrementado en seis billones de pesos la deuda pública, en forma alguna ha representado mejores condiciones de vida para la población ni contar con mejores servicios públicos. Tuvimos austeridad republicana para cubrir necesidades, a cambio de un gobierno derrochador en caprichos.
Además de este balance interno, en el plano internacional los reveses en fechas recientes anticipan un final de sexenio enturbiado y con mucha turbulencia.
Un breve recuento de lo que se ha presentado en el presente mes, nos señala que Ecuador le ganó la demanda a México; Donald Trump, enviaría tropas para asesinar narcotraficantes; la DEA protesta por retrasos en la entrega de visas a sus agentes, mientras se autoriza a militares de EU a ingresar armados.
A fines de abril el Departamento de Estado de nuestro vecino del norte denunció que en México el nivel de violencia es alto y que su gobierno dejó sin investigar ni enjuiciar la mayoría de los casos criminales como homicidios, torturas, secuestros, trata de personas y extorsiones.
ES dable esperar que de aquí a fines de septiembre los cuestionamientos al gobierno del presidente palaciego serán más frecuentes y de mayor calado, por lo cual no sentirá lo duro, sino que es tupido y la hoguera cuatroteísta será insuficiente para contener la verdad de un gobierno fallido.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
Hace unos meses el mandatario totalmente Palacio dijo que México pondría en marcha un satélite para cumplir el propósito de internet para todos. Hoy, después de una platica con gente de la NASA, señaló que se necesita contar con 60 mil satélites para cubrir todo el territorio nacional y que eso lleva tiempo.
Otra mentira más.
@Edumermo