Pa’ La Habana y no vuelvo más
Eduardo Meraz
Al no poder lograr la “república amorosa” prometida, pero sí un país sumido en la inseguridad y la violencia, el presidente totalmente palaciego parece que ni en “La Chingada” encontrará la paz deseada, por lo cual deberá autoexiliarse en alguna nación bolivariana, muy probablemente Cuba -aventuró Ciro Gómez Leyva.
De hecho, su anuncio este jueves de cancelar su gira del adiós, anticipa la intranquilidad en la cual vive desde las últimas semanas, pues teme quedar con la investidura totalmente desgarrada, al perder el respeto de amplios sectores de la población por los múltiples agravios causados.
Cuesta abajo en su rodada a la ignominia, a partir del 3 de junio se le vendrá el alud de denuncias, judiciales y mediáticas, por los abusos cometidos a lo largo de su sexenio, que su palabra dejará de ser la ley y que los verdaderos hombres y mujeres no sólo hablarán mal de él, sino lo sentarán en el banquillo de los acusados.
La más reciente de sus arbitrariedades es agandallarse, inicialmente, alrededor de 40 mil millones de ahorros de los trabajadores, sin aclarar cuál va a ser su destino. Si no es un robo, se parece mucho; en los hechos está apropiándose, por la fuerza, de las cuentas de ahorro individuales, privadas, de la clase trabajadora.
Mientras no se precise cómo se van a manejar dichos recursos privados y a qué se van a destinar, no es descabellado pensar que tales recursos se aplicarán como “bono de marcha” para los cuatroteros del cuatroteísmo, incluida la pensión del mandatario sin nombre y sin palabra.
Tampoco podrá salir de Palacio Nacional sin estar mega resguardado, pues dejó más de un millón de muertos durante su gestión. Considerado el “gobierno de los sepulcros”, superará con creces los fallecidos en poco más de 100 años; timbre de orgullo, al cual se suma haber despojado de tranquilidad a cientos de poblaciones, al permitir la expansión, como nunca, del crimen organizado.
Sus aliados “insider y outsider” tomarán la debida distancia, para no verse involucrados en los muchos y escandalosos casos de corrupción durante su mandato. Los asuntos conocidos públicamente hasta ahora, son apenas una pequeña porción del atraco cometido por cercanos y parentela.
Sin ser el único sector afectado por los ilícitos gubernamentales, un estudio reciente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) y Mexicanos contra la Corrupción. ilustra perfectamente bien este comportamiento, al indicar que durante 2023 México tocó el índice más alto de corrupción y extorsión del presente sexenio.
Indicó que el 48% de las empresas reportaron haber sido obligadas a realizar un pago, regalos o beneficios a un servidor público a cambio de realizar un trámite, y cuya práctica avanzó 9 puntos porcentuales en tan solo un año.
Y si a ello se suma la “normalización” del “derecho de piso” cobrado por la delincuencia organizada, sin que el gobierno castigue tales prácticas, es obvio que el gobierno del el presidente innombrable se caracterizó por ser un violador serial de los derechos fundamentales, individuales y colectivos, de los mexicanos.
Por eso no es de extrañar que tras abandonar el palacete virreinal y entregar la banda presidencial bien planchada, emprenda una muy previsible fuga hacia la isla caribeña, a donde ha enviado maquinaria y productos, sin dar cuenta de si ya fueron pagados al gobierno mexicano o él los cobrará, en “cash” por supuesto.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
En las elecciones intermedias de 2021, el mandatario palaciego sostuvo que el crimen organizado “se portó bien”. Hoy, la tendencia es que habrá un mayor número de homicidios de candidatos a cargos de elección, afirma que “no existe participación” de los delincuentes en el actual proceso electoral.
@Edumermo