Recatados
Eduardo Meraz
A ciencia cierta, uno no sabe si al presidente palaciego le gana la sinceridad o las cabras se le van para el monte pues, sin recato alguno, aceptó haber intervenido -según el de manera respetuosa- en las decisiones del poder judicial, en los tiempos de la presidencia en la Corte de Arturo Zaldívar Lelo.
Es decir, la subordinación del exministro a Palacio Nacional, de la cual se sospechaba, se suma a la seguidilla de yerros del “asesor swiftie” en los recientes días, con lo cual deja dudas sobre la calidad de la purificación cuatroteísta, como en su caso.
Por cuanto al mandatario sin nombre y sin palabra, no es de extrañar su peculiar manera de entender la democracia: la visión presidencial es la única válida y los otros poderes deben supeditarse a esa voluntad suprema. Y si no es posible, al menos convertirlos en cómplices políticos y pecuniarios.
La abyección de diputados y senadores de la alianza oficialista, mostrada hasta el cansancio a lo largo de la pasada y presente legislatura se hizo patente en la aceptación de no cambiarle ni una coma a las iniciativas de ley enviadas por el ejecutivo, abdicando de su labor de legislar.
Sin embargo, el exministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha exagerado, en grado superlativo, su papel rastrero ante el habitante temporal del palacete virreinal.
La confesión de parte del mandatario innombrable de intervenir en las labores del poder judicial en casos de su interés -político o económico-, explica el porqué quiso mantenerlo en el cargo por más tiempo del señalado en la Constitución.
A Zaldívar Lelo se le ha encargado el diseño de la reforma a este poder, pero su principal inquietud en este momento no es transformar a la Corte, sino asegurarse una buena pensión e ingresos adicionales por su retiro, antes de aplicarles la pobreza franciscana a sus excolegas.
No conforme con ello, quiere dar forma a la desaparición, de facto, de poderes que dan forma y sentido a una nación republicana. Y se ha convertido en el principal impulsor del talante dictatorial del ejecutivo federal, a cambio de un jugoso puesto en la futura administración cuatroteísta, en caso de triunfar.
La falta de pudor presidencial en esta confesión intervencionista es denigrante; lo coloca a él y al exministro presidente en violadores seriales de la ley y resta valor y credibilidad a sus decisiones. No son confiables y demuestran su poco o nulo apego a la Carta Magna, la cual juraron cumplir y hacer cumplir.
Queda, pues, demostrado que los encuentros y conversaciones entre los titulares de los poderes ejecutivo y judicial fueron más allá del tercer tipo y que las mieles del poder los han conducido al cinismo, confiados en no ser sancionados por burlarse de la ley.
El desnudo del mandatario palaciego para nada fue recatado y exhibe las miserias del poder en tiempos del cuatroteísmo.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
Para disminuir el efecto mediático de las irregularidades encontradas por la Auditoria Superior de la Federación en la Cuenta Pública de 2022, por casi 33 mil millones de pesos, la FGR informa de carpetas de investigación en contra de Ana Guevara, directora de la Conade, por desfalcos por 400 millones de pesos.
@Edumermo
