A “trumpadas y trumpicones”
Eduardo Meraz
La postura belicosa asumida por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, hacia México y Canadá, ha causado “trumpicones”, tanto en su frontera sur como en la norte, y generado posiciones encontradas entre los dirigentes de sus socios comerciales. En el caso de México, lo sorpresivo de las “trumpadas” ha descolocado a la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Y no se trata únicamente de los vínculos con nuestro principal socio, sino involucra a las fuerzas políticas internas, donde los cambios de matiz en la definición de la relación con Estados Unidos, muestra la falta de un criterio común para hacer frente a los amagos provenientes del exterior.
Se entiende que Trump y Sheinbaum dirigieron sus mensajes a sus huestes, tratando de lograr un respaldo amplio a sus políticas, pero en poco contribuyen a la definición de la política a seguir, entre los cada vez más “vecinos distantes”, donde la disparidad entre sus economías adquiere un mayor peso específico.
Este condicionamiento económico juega un papel preponderante en las relaciones entre ambas naciones. Sin embargo, el aspecto central es la fuerza y respaldo social que tengan Claudia Sheinbaum y Donald Trump en el momento en el cual éste asuma la presidencia.
Si bien ambos personajes contarán con la mayoría en el Congreso, existen condiciones diferenciales, como quedó de manifiesto en su primer diálogo telefónico. El futuro mandatario de Estados Unidos tiene perfectamente claros sus objetivos en su relación con su vecino del sur.
En cambio, se notó una visión dubitativa y un tanto cuanto dispersa de la presidenta mexicana. Si bien defendió la soberanía e independencia de México, haber incorporado a Cuba en la conversación, le resta fortaleza y se vuelve un distractor no necesariamente benéfico para México.
Este tipo de “trumpicones” en la definición de una posición sólida en materia de política exterior, se han generalizado al interior del gabinete y del poder legislativo, en donde la toma de decisiones carece de solidez, pues lo mismo un día dicen una cosa y al otro opinan de manera diferente.
Las hojas de vida de la mayoría de los integrantes del equipo de la presidenta Sheinbaum Pardo y los cargos de los cuales son responsables, no dan certidumbre. A manera de ejemplo y sin ser limitativo, la nueva secretaria Anticorrupción, fue la responsable del primer intento fracasado de surtir medicamentos al sistema de salud el sexenio anterior; falla que hasta la fecha sigue vigente.
Adendas y fe de erratas a las cuales han recurrido o piensan instaurar como método de trabajo los legisladores del oficialismo, dejan un mal sabor de boca sobre su verdadera capacidad técnica, porque si se trata de marrullerías no queda duda alguna de su expertis.
Así vemos como los pastores del oficialismo en Diputados y el Senado de la República, lo mismo que los jefes de las Mesas Directivas en ambas Cámaras han convertido estos recintos en fuente de atropellos, ofensas, procesos legislativos indebidos y compra de voluntades, con lo cual tuercen el sentido del voto emitido por los ciudadanos el 2 de junio.
Y así a “trumpicones”, están por aprobar el paquete económico 2025, donde los fundamentos de ingresos fiscales y la repartición del presupuesto están orientados a mantener y acrecentar clientelas políticas, ante la inmovilidad dominante en Palacio Nacional.
El 20 de enero de 2025, aparece como el punto de inflexión para saber a ciencia cierta si se acaba con el notorio “debilitamiento institucional” o se agudiza y queda a merced de las “trumpadas” de su vecino.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
Tras caminar más de 400 kilómetros desde Tapachula, Chiapas, la caravana migrante Bendición de Dios aceptó en Tehuantepec, Oaxaca, la propuesta de la Secretaría Gobernación, encabezada por Rosa Icela Rodríguez, a través del Instituto Nacional de Migración, para abordar autobuses que los traslade a Guerrero y Michoacán, donde podrán regularizar su estancia en México. No es cierre de frontera, pero cómo lo parece.
@Edumermo