Muerte en el periodismo
Eduardo Meraz
El sainete por la reforma al poder judicial y la “supremacía constitucional”, no deben impedir resaltar el mal inicio de gobierno de Claudia Sheinbaum si antes de concluir su primer mes en la presidencia, dos periodistas han sido asesinados: Mauricio Cruz Solís y Patricia Ramírez González.
Tal vez porque está impedida ideológicamente para culpar al pasado inmediato, la mandataria prefiere mirar hacia otro lado y hablar mejor de la defunción de organismos autónomos como el INAI.
Sin embargo, según el Índice de Chapultepec 2024, México es considerado uno de los países más violentos y con mayor impunidad en torno a los ataques a los periodistas.
De hecho, en los dos sexenios anteriores, la muerte de informadores ha sido de las más altas en la historia del país. Tan solo en la administración del ex presidente palaciego, alrededor de cuatro decenas de comunicadores fueron ultimados.
También, quienes laboran para medios de comunicación son constantemente objeto de persecuciones y amagos.
Este clima de violencia hacia el periodismo se ha vuelto común, sobre todo en regiones donde los índices de inseguridad son más elevados. Además, la mayoría de estos crímenes siguen sin resolverse, y la impunidad alienta a quienes quieren acallar a la prensa.
De acuerdo al Índice Chapultepec, México enfrenta restricciones para la libertad de expresión y de prensa. Durante 2024 nuestro país obtuvo una calificación de 43.5 puntos; este puntaje indica que existen restricciones para la realización de estas actividades.
El informe ubica a México en el lugar 13 de 22. Este puntaje indica que está en la categoría de “en restricción” en lo que se refiere a la libertad de expresión y de prensa, por más que el oficialismo diga lo contrario.
Esta calificación está por debajo del promedio que tiene la región de América Latina. Para dimensionar: países como Chile y República Dominicana obtuvieron calificaciones cercanas a los 80 puntos.
Si bien el documento refiere que aunque los asesinatos a periodistas han disminuido, la violencia y el acoso judicial persiste; además de que los casos de agresiones a la prensa tienen altos índices de impunidad.
Dos periodistas asesinados en menos de un mes, pone de manifiesto la “verdadera supremacía” de los criminales, dispuestos a imponer condiciones al nuevo gobierno y que sus negocios no se vean afectados.
En la categoría ciudadanía informada y libre de expresarse la calificación del Índice Chapultepec fue de 14.38 y en la de actuación del Estado contra la violencia e impunidad contra periodistas y medios fue de 6.50 puntos.
Finalmente, en el renglón de control de medios y periodismo, México obtuvo una nota de 22.63 puntos de un rango de 30, lo cual revela el injerencismo de las autoridades, de todos los niveles, en su afán de también subyugar a la prensa.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
Por enésima ocasión el cuatroteísmo anuncia un “nuevo modelo” para la compra consolidada de medicamentos, tras los fracasos rotundos del sexenio pasado. La presidenta Claudia Sheinbaum habrá transparencia y cero corrupción.
Cómo Santo Tomás: hasta no ver, no creer.
@Edumermo