Supremacía de la inconstitucionalidad
Eduardo Meraz
Bien a bien, los consejeros del INE y los magistrados del Tribunal Electoral deben preguntarse si ¿fue correcta la sobrerrepresentación otorgada al oficialismo y entregarle un cheque en blanco a la supremacía de lo inconstitucional?
O tal vez se vanaglorien desde su Olimpo, también bajo fuego, si dejar en ruinas el sistema republicano de México ¿valió la pena?
Obviamente, tampoco pueden presumir la exclusividad de haber sido los únicos responsables de la desgracia. También contribuyeron en forma significativa los dirigentes de los partidos políticos de oposición y miles de ciudadanos amantes del conchudismo y el temor.
Actitudes aún predominantes en el estado de ánimo de amplios sectores sociales, políticos y económicos ante la gandallezca labor de zapa guinda, a fin de levantar sobre los escombros de la división de poderes una monarquía familiar, dan pauta a los excesos legislativos.
La pobreza manifiesta en las iniciativas del leyes del cuatroteísmo, quiere compensarla con interpretaciones del marco normativo, puede entenderse pufiera ser del en agradó de la fiscalía de la Ciudad de México, pero no del doctor en Derecho que pastores a los diputados del oficialismo.
Y ni qué decir del presidente de la Mesa Directiva del Senado, siempre dispuesto a hacer el ridículo y mostrar su ignorancia enciclopédica en materia legislativa. Su pasión juvenil por el “performance”, es totalmente “vintage”.
La animosidad de los legisladores del oficialismo -escañeros y curulecos- ha permeado hacia la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo que, un día sí y el otro también, derrapa en su apreciación de la reforma al poder judicial.
Llega a tal grado la confusión que al proyecto del ministro Luis González Alcántara Carrancá en el cual postula parcialmente la inconstitucionalidad de la citada reforma, lo considera como que la Corte no puede legislar.
El espejo de la soberbia y la vanidad les impide ver la importancia histórica de la división de poderes de una república, y demeritan la renuncia de ocho ministros como si se tratara de pesos y centavos únicamente .
El ministro Alcántara Carrancá hizo notar por qué debe considerarse inconstitucional que los trabajadores del Poder Judicial sean despedidos por la entrada en vigor de la iniciativa pues, arguyó, va en contra del derecho a un trabajo seguro y legal.
La supremacía largamente anhelada por los poderes ejecutivo y legislativo, en realidad, es un especie de “racismo político”, propio de la involución sufrida por los gobernantes.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
En la gustada sección “miénteme más”, el embajador de EU en México, Ken Salazar le precisó al titular de la FGR, que su país no hizo ningún operativo para la detención de Ismael Zambada, pues “no era nuestro avión, ni nuestro piloto, ni nuestra gente; el piloto no era contratista, ni el criado del gobierno de Estados Unidos ni ciudadano estadounidense»,
@Edumermo