Rotura o blindaje

Eduardo Meraz

En agosto de 2024, estamos recibiendo una lección de la cual no se vislumbra un futuro promisorio: el arribo de mujeres a los principales cargos de decisión, en vez de romper el techo de cristal parece blindarlo.

Con excepciones, la visión feminista mostrada por la futura presidenta de la República y las titulares en el plano electoral se mimetizan con los caprichos del mandatario palaciego.

La evolución y evaluación mostrada por algunas integrantes del sector femenino en el ejecutivo, el legislativo y en el arbitraje electoral, parece más subordinación al saliente habitante temporal del palacete virreinal, que una auténtica independencia de criterio.

La percepción de debilidad generada por este comportamiento no es alentadora, sobre todo ante los retos por venir al inicio del próximo gobierno, donde las limitaciones económicas y financieras no se resolverán con una simple reforma administrativa.

Si acaso, la diferencia podría radicar en que a partir de octubre ya no se contará con una administración mequetrefe como la aún vigente, pero queda la duda si tendrá el vigor suficiente para imponer condiciones a los factores de poder, reconocidos o fácticos.

Durante la administración del presidente sin nombre y sin palabra, los machuchones duplicaron sus fortunas; el crimen organizado controló más regiones del país y diversificó sus negocios; la corrupción, el amiguismo, el nepotismo e influyentismo también ganaron espacios.

A su vez, el sector “verde olivo” logró imponer condiciones y asentarse en actividades económicas, pero descuidando sus labores de seguridad interior y nacional y peores cuentas en materia de seguridad pública.

¿Será suficiente la óptica femenina para corregir tales distorsiones, muchas de ellas auspiciadas por el ejecutivo totalmente Palacio Nacional?

La mayor presencia de mujeres en responsabilidades gubernativas, se distinguió fundamentalmente por su lealtad y menos por su capacidad de gestión, si nos remitimos a sus resultados durante el presente sexenio. Fue más el relumbrón del cargo que la eficiencia del encargo.

Con estos antecedentes y lo visto a lo largo del proceso electoral 2023-2024, se vislumbra un sexenio de tribulaciones, económicas y políticas, sobre todo si se insiste en mantener o acrecentar la polarización, tanto en el ámbito doméstico como a nivel internacional.

Haber roto el techo de cristal, como presume la presidenta electa Claudia Sheinbaum sigue siendo un buen sueño. Mientras no se trabaje en desvanecer las divisiones entre la población, el techo seguirá blindado.

De poco servirá tener sobrerrepresentación en el Congreso y modificar a modo la Constitución, si en lugar de mayores derechos y libertades se privilegia la visión machista y chicharronera del que ya se va.

He dicho.

EFECTO DOMINÓ
De acuerdo con una versión periodística, Fausto Corrales Rodríguez, testigo clave en el asesinato del exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), Héctor Melesio Cuén, aseguró que sí hubo una reunión con el gobernador de la entidad, Rubén Rocha Moya, quien habría estado presente al momento del homicidio

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