Bartola presupuestaria
Eduardo Meraz
La desaceleración económica para el resto de 2024, no es una buena señal. El gobierno entrante enfrentará dificultades presupuestales el año venidero y habrá de sacrificar programas o incrementar la deuda pública.
Los propósitos de la virtual presidenta Claudia Sheinbaum de robustecer el gasto público, a fin de incluir más programas sociales y, al mismo tiempo, consolidar las obras emblemáticas de este gobierno, asemeja mucho la canción “Peso sobre peso” de Chava Flores.
Un crecimiento económico débil, sin duda, tiene un fuerte impacto en los ingresos públicos y, en consecuencia, en los recursos disponibles para destinarlos a impulsar el desarrollo.
Si bien es cierto el Tren Maya, el aeropuerto de Santa Lucía y la refinería de Dos Bocas ya no requerirán de grandes cantidades de dinero para estar en plena operación, sí absorberán parte significativa del presupuesto.
La operación deficitaria de esas obras, así como la registrada en Pemex y la Comisión Federal de Electricidad constituyen una sangría importante en el presupuesto, y dejar de atender todo lo relacionado con el proceso de relocalización.
La reunión, este martes, de Sheinbaum Pardo y el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O con la idea de afinar el proyecto de Presupuesto 2025, en sí misma habla de la inquietud sobre si “el peso sobre peso” será suficiente.
Las exigencias de dinero público derivadas de los compromisos asumidos por la futura mandataria, de otorgar becas a estudiantes de educación básica, los apoyos a las mujeres de 60 a 64 años de edad y echar a andar el proyecto de transporte férreo en el centro y norte de México es mayúscula.
Atender estos planes sin la aplicación de nuevos impuestos, en términos reales, es un escollo difícil de superar, por lo cual la tentación de endeudarse más no puede descartarse.
Tampoco debe dejar de tenerse presente que el gobierno cuatroteísta es propenso a llevar a cabo subejercicios del gasto público, o manejarlo de manera caprichosa y ocurrente, aún cuando eso signifique limitar derechos fundamentales de los mexicanos.
Por ejemplo, en 2023, el gasto destinado a salud por parte del Gobierno Federal presentó un subejercicio de 62 mil 139 millones de pesos, el mayor en los últimos diez años. De hecho, durante este sexenio en este rubro cada año hubo subejercicios, sin que se explicará a dónde fueron a parar tales recursos.
De una u otra forma, Ramírez de la O fue copartícipe del mal manejo presupuestal en la segunda mitad del gobierno del presidente palaciego. El aumento de la deuda pública por 2 billones de pesos en 2024, no es como para presumir.
Ya se verá si la Bartola presupuestaria que está preparando la virtual presidenta alcanza para todo, o recortará más los alcances de los nuevos programas sociales.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
La Constitución señala que el topeacimo de sobrerrepresentación es de 8 por ciento. En estricto sentido el árbitro electoral no puede rebasar este porcentaje, pero sí disminuirlo en el momento de asignar curules, ya sea por partido o coalición, en correspondencia a los votos recibidos.
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