Violencia, extorsión y política
Por Mario Díaz
-El 2024 no se presenta muy halagador en materia de seguridad pública
-Si la elección fuera hoy Claudia Sheinbaum superaría a Xóchitl Gálvez
-La 4T retendrá el Palacio Nacional; en duda la mayoría calificada
H. Matamoros, Tamaulipas.-La violencia, la extorsión y la política son, entre algunos otros, los temas torales que ocuparán generosos espacios mediáticos en el año que recién inicia.
La violencia, porque a pesar de sus buenos deseos con el programa “abrazos, no balazos”, el gobierno de la Cuarta Transformación no ha logrado ni tan siquiera inhibir a los distintos grupos delictivos que operan a lo largo y ancho del país, generando caos e inestabilidad social.
La extorsión, porque el “cobro de piso” se ha convertido en una actividad hartamente lucrativa en la diversificación de actividades del crimen organizado, sin que exista posibilidad alguna de que el Estado mexicano combate y erradique ese cáncer que está afectando a la cadena productiva en todos sus niveles.
La política, porque todo hace indicar que la 4T retendrá con amplio margen el Palacio Nacional con CLAUDIA SHEINBAUM como candidata de Morena-PT-PVEM, aunque las posibilidades se ven disminuidas en lo que respecta a lograr la mayoría calificada en ambas cámaras del Congreso de la Unión.
Ciertamente también serán objeto de críticas destructivas y constructivas la operatividad del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), el Tren Maya, la Megafarmacia y la Refinería Dos Bocas, temas que, reconózcase o no, han polarizado la opinión pública.
Desafortunadamente, sin el menor ánimo pesimista, la creciente impunidad de los cárteles de la droga que se ha manifestado en grado superlativo a partir de la presente centuria no permite observar ninguna luz al final del túnel y, por el contrario, la situación empeora con la obligada tributación a través del “cobro de piso”.
La rentabilidad que ofrece esa ilícita actividad que lo mismo ahoga a grandes empresarios que a pequeños comerciantes representa una mina de oro para el crimen organizado, ante la ineficiencia del Gobierno para proteger a ciudadanos e inversionistas.
Si bien es cierto que los cárteles de la droga se han fortalecido en los últimos 23 años con gobiernos panistas y priístas, no es faltar a la verdad afirmar que durante el morenismo la situación se ha salido de control y, peor aún, con notable incremento en lo que respecta a la extorsión.
En consecuencia, la continuidad del gobierno de la Cuarta Transformación no garantiza un cambio sustancial en la política de seguridad pública que permita suponer que, al menos, el “cobro de piso” ya no se convierte en el robo del producto del trabajo de los mexicanos.
Asimismo, tampoco es una garantía que vayan a funcionar los programas sociales orientados a los jóvenes para evitar que engrosen las filas del sicariato, durante el casi seguro gobierno de CLAUDIA SHEINBAUM.
¿Que por qué la seguridad en el triunfo de la ex jefa de gobierno de la Ciudad de México?
El alto índice de popularidad del presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, la fortaleza de la marca partidista del momento (Morena), y la falta de un proyecto claro de la oposición integrada por el PAN-PRI-PRD y su candidata XÓCHITL GÁLVEZ, son elementos que permiten suponer la eventualidad política antes mencionada.
Cierto, muy cierto, en política no hay nada escrito, pero……
Sin embargo, de acuerdo a resultados de encuestadoras de cierto prestigio si la elección fuera hoy SHEINBAUM ganaría a GÁLVEZ con promedios de 69% y 29%, respectivamente.
Comparativamente, vale la pena recordar que en 2018 el presidente LÓPEZ OBRADOR superó al panista RICARDO ANAYA al captar poco más de 30 millones de votos, contra 12 millones 600 mil que obtuvo ANAYA en las urnas.
Sin embargo, la duda estriba en que si la generosa tendencia será suficiente para la Cuarta Transformación en su afán de lograr la mayoría calificada en la Cámara de Diputados y en el Senado de la República.
DESDE EL BALCÓN:
I.-Por obvias razones, la paz social, la seguridad pública y el fin del “cobro de piso” son, sin duda, los justos reclamos de los ciudadanos de buen vivir a sus gobernantes.
Y hasta la próxima.