La UV, en uno de los peores momentos de su historia

Dr. Rafael Vela Martínez

La semana pasada la empresa Quacquarelli Symonds (QS) dio a conocer el ranking de las mejores universidades del mundo para el 2025. Es importante señalar que el universo fue de 1500 universidades evaluadas y que se incluyeron 32 universidades mexicanas, entre ellas la Universidad Veracruzana (UV).

Las 3 instituciones que en nuestro país fueron las mejores ranqueadas son las siguientes: la UNAM, la cual fue posicionada en el lugar número 94; el Tecnológico de Monterrey en el lugar 185 y la Universidad Panamericana (UP), la cual fue incluida en el rango de lugares 691-700; posteriormente en el rango (751-760) aparecen el ITAM; en el (771-780) se ubica El Colegio de México, A.C.; en el rango (801-850) se colocaron: el IPN, la Universidad Anáhuac México y la IBERO.

Posteriormente, en el rango (851-900) la UDG; en los lugares (951 -1000) la UAM; en (1001-1200) el ITESO Universidad Jesuita de Guadalajara, la Universidad de Chapingo, la UANL, la UAEM, la UAG y la UDLA; en el rango (1201-1400) se localizan la Universidad del Estado de Hidalgo, la BUAEP, la UDEM, la Universidad La Salle (ULSA); y, en el rango (1401 y +) que es el de las peores universidades del mundo, se localiza la Universidad Veracruzana (UV), que comparte el lugar con 12 universidades públicas del país, algo que siendo mal de muchos, no es ningún consuelo para quienes tenemos un compromiso real con nuestra Alma Mater.

Es de señalarse que la UV se desplazó del rango 1200-1400 que registraba en 2023 a un peor lugar, ya que se ubicó en el rango (1401 y +); es decir, en el peor nivel de las universidades evaluadas. Sobre el particular no se precisa si la UV ocupó el lugar 1402 o el 1499, pero para formarse un criterio, tan solo hay que precisar que en la escala de 100 puntos para cada reactivo la UV en el rubro de INVESTIGACIÓN Y DESCUBRIMIENTO, en la variable reputación académica alcanzó 7.7 puntos y en citas por facultad 1.4; en la sección de ESPERIENCIA DE APRENDIZAJE, la proporción de estudiantes por facultad que resultó aceptable fue 7.3; en EMPLEABILIDAD: Reputación del Empleador 2.7 y en Resultados Laborales 1.5; en COMPROMISO GLOBAL: proporción de estudiantes nacionales NULO; red internacional de investigación 13.6; proporción de profesores internacionales NULO; en SOSTENIBILIDAD, la proporción de sostenibilidad 1.1. Por señalar algunas de las graves deficiencias a las que ha conllevado esta mala administración de la UV que como se ha señalado, carece de un proyecto académico y que estas son las consecuencias.

Esto no es nada nuevo, los académicos de la UV lo sabemos y se comenta ampliamente en los pasillos de la institución. Tan solo hay que referirnos al recién 3er Informe de Labores presentado ante el pleno del Consejo Universitario General (CUG), donde afortunadamente estuvo el presidente en turno de la Junta de Gobierno de la UV, Dr. Juan Manuel Pinos Rodríguez, pues él fue testigo de lo que sucedió y que abordaré de manera inmediata.

En principio, un informe tiene que ver necesariamente con los resultados alcanzados en relación a un objetivo, metas, estrategias, proyectos definidos con toda anticipación para modificar el futuro; da cuenta de un proceso, pero sobre todo de los logros alcanzados en el marco de un PROCESO DE PLANEACIÓN; no es una relación de acciones inconexas, como recientemente fue el informe del Rector Martín Aguilar Sánchez, que para hacer ver que ha “hecho muchas cosas”, durante más de 2 horas diseccionó las acciones y actividades institucionales de los universitarios: se le olvidó que estaba frente a académicos, gente inteligente y preparada, que conoce de metodología de la planeación.

No hubo, en ningún momento, una referencia a los objetivos y metas establecidas en el plan de la actual administración que, incluso por sí mismo, como se ha criticado abiertamente, carece de un proyecto académico; por ello, se hizo una narrativa de actividades y de la danza de los recursos económicos asignados a tal o cual acción, sin que hubiera un reporte de logros alcanzados y de la transformación a la que se comprometió el Rector Martín Aguilar. Tampoco aclaró el delito del que es acusado y está documentado, al haber transgredido toda norma universitaria que establece el proceso de titulación de un egresado de la universidad; es algo a lo que NO ha dado respuesta y que implica un grave delito, que se le acumula al de atentar contra el patrimonio de la UV, en tanto no solo no ha defendido y exigido el presupuesto del 4% de los recursos que ha venido ejerciendo año con año el Gobierno del Estado de Veracruz, sino incluso, ha regresado recursos que se le ha asignado a nuestra Máxima Casa de Estudios.

Ya en el evento donde se celebró el 80 Aniversarios de la UV había dado “pena ajena”, pues el Rector actual, con presencia de exrectores y decanos de la universidad, se puso a narrar todos los logros alcanzados por las diferentes administraciones de Rectoría, desde la primera piedra, hasta la creación de los campus, la apertura de licenciaturas, especialidades, maestrías y doctorados; también las grandes obras de infraestructura que hoy existen; y la “pena ajena” fue porque que muchos asistentes preguntaron ¿y qué ha aportado la actual administración de Rectoría a la grandeza de la universidad? Por supuesto no faltaron las respuestas irónicas, como: “acabar con la Autonomía Universitaria” que tanto esfuerzo y años de lucha costo conquistarla; “impulsar un régimen autoritario que prohíbe a los jóvenes universitarios expresar con libertad sus ideas”, como está documentado la ofensiva de Rectoría en contra de estudiantes de las facultades de Leyes, Economía y Estadística, Ciencias Químicas de Orizaba, Biología de Xalapa, por citar algunos chascarrillos que se hacen de la actual administración de Rectoría.

Pero por si fuera poco todo este desorden que se vive en la universidad, falta de liderazgo académico y cumplimiento de las normas universitarias, el Órgano de Fiscalización Superior del Estado de Veracruz (ORFIS) dio a conocer hace pocos días las irregularidades técnicas, normativas y financieras en que ha incurrido la administración de Martín Aguilar Sánchez en la Cuenta Pública 2023. En la cuestión técnica se señala que de 111 contratos asignados, 45 se hicieron por el procedimiento de licitación, mientras que 66 se asignaron directamente a empresas “consentidas” de su administración.

Al mes de agosto de 2024, se observó que tiene un saldo pendiente de amortizar de la cuenta pública para el ejercicio público 2023, por un importe de $20,460,425.33 (veinte millones cuatrocientos sesenta mil cuatrocientos veinticinco pesos 23/100 MN. Respecto del Capítulo 6000 “Inversión Pública” integrada por 66 obras, se detectaron 12 obras de la muestra no concluidas y que sin embargo los contratistas recibieron anticipos durante el ejercicio 2023, por un monto de $43,062,568.43, (cuarenta y tres millones sesenta y dos mil quinientos sesenta y ocho pesos 43/100 MN). El expediente es extenso y se señalan múltiples posibles daños patrimoniales realizados por servidores públicos de la actual administración de Rectoría, por lo que se está solicitando se realicen las investigaciones correspondientes.

Al respecto solo baste señalar que ORFIS dictaminó que derivado del análisis efectuado a las aclaraciones y documentación justificatoria y comprobatoria presentadas por la UV, éstas no fueron suficientes para solventar las observaciones que hacen presumir la comisión de faltas administrativas y/o la presunta existencia de un daño patrimonial a la Hacienda Pública, respecto de la gestión financiera del 2023.

NO realizaré una evaluación puntual de orden financiero y rezagos académicos de la UV, esto lo dejaré para otro momento, pero incluso, no hace falta argumentar mucho al respecto para percibir la mala administración de Rectoría: la infraestructura en la universidad está para “caerse”, carece de mantenimiento, a pesar de que ahora depende directamente de una Secretaría: la de Desarrollo Institucional, la cual ha mostrado gran ineficacia.

Pero incluso, en el Informe, se dio a conocer que ahora la cifra de integrantes del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel 1, había pasado de 850 en el año 2023, a 1036 para el 2024. Esto se destacó como un gran logro, pero lo que le faltó precisar es que ese incremento, en su gran mayoría, se debe a que con las reformas a las normatividades del SNI y del CONAHCYT, ahora para ser integrante del SNI tienes necesariamente que perteneces a una Universidad pública o, al menos, impartir una experiencia educativa, ya que las universidades privadas quedaron fuera de esta consideración; por ello mismo, como ser del SNI representa un ingreso extra, los administradores de la instituciones privadas han promovido entre sus académicos que vayan e impartan una cátedra en la UV, para que así no pierdan ese ingreso extra, siendo que con estas acciones las Instituciones de Educación Superior (IES) privadas no alteran su plantilla de investigadores. Por ello es que hay 550 SNI que son docentes en la UV y que representan una cantidad mayor que los investigadores que apenas llegan a 452. En otras palabras, estos docentes “por horas” que recientemente han llegado a nuestra Máxima Casa de Estudios, donde realmente realizan investigación es en las IES privadas del estado de Veracruz, de ahí el ranking tan bajo en que se ubica a la UV a nivel mundial y nacional.

Por otra parte, es de mencionarse que el Rector Martín Aguilar dio a conocer que ya va a entregar a la Legislatura Local el Proyecto de Reforma a la Ley Orgánica aprobado en CUG. Un proyecto que, como se ha dado a conocer, no fue obra de todos los universitarios, sino que se amañó su consulta y fue faena de funcionarios de su círculo cercano; un proyecto, que como lo he mencionado y lo sostengo, tiene tan graves carencias, errores de todo tipo que, si fuera una tesis de licenciatura presentada por un joven universitario, se le reprobaría por sus múltiples errores metodológicos, teóricos, de sintaxis, ortografía, objetividad, precisión y contradicción con las normas universitarias a nivel federal.

Este Proyecto de Reforma a la Ley Orgánica de la UV se está tratando de aprobar “a la carrera” en los últimos días que tiene la legislatura actual, antes de su relevo el 5 de noviembre próximo. ¿Por qué no esperar a que entre la nueva Legislatura?. Porque sabe que el nuevo gobierno posiblemente este enterado de las “pretensiones perversas” de este grupo en el poder, y que desde la UV puede afectar el proyecto de la Gobernadora Rocío Nahle. Si esta Reforma se aprueba Fast Track, menudo problema le dejarán al próximo gobierno, pues muchos “cuitlahuistas” como lo es el actual Rector Martín Aguilar y sus titulares de las diferentes Secretarías, se seguirán enquistando en nuestra Máxima Casa de Estudios; es decir, el grupo de poder del aún gobernador Cuitláhuac García, es muy probable que esté tratando de buscar cobijo y refugio dentro de la UV para desde ahí operar políticamente, de permitirse y suceder esto, llegaran a nuestra institución gente sin vocación académica, carentes de compromiso con la ciencia y con el desarrollo de Veracruz; peor aún, las consecuencias académicas serán negativas y nuestra Alma Mater seguirá cayendo a los últimos lugares en el ranking de las mejores universidades del mundo.

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