Dr. Rafael Vela Martínez.
El próximo lunes 11 de diciembre se llevará a cabo una reunión ordinaria del Consejo Universitario General (CUG) de la Universidad Veracruzana (UV). Es muy probable que en este evento se lleve a cabo la presentación de las ternas para cubrir 2 posiciones de la Junta de Gobierno (JG): 1 integrante interno y 1 externo.
La JG está integrada por 9 notables: 5 que pertenecen a la UV (internos) y 4 personalidades que no pertenecen a esta institución (externos). Este proceso es muy importante porque la JG tiene, entre otras atribuciones, las siguientes:
- Acordar, a su interior, entre sus integrantes, la atención de los asuntos de su competencia, bajo un criterio democrático, responsable y sin responder a imposiciones de la Rectoría, de partidos políticos o grupos de poder.
- Diseñar e implantar los mecanismos que permitan la vigilancia y control del presupuesto y patrimonio de la Universidad, así como analizar y evaluar la información financiera y presupuestaria.
- Realizar acciones conjuntas con asociaciones y organizaciones de docencia, investigación, desarrollo humanístico y tecnológico, difusión de la cultura y extensión de los servicios, a nivel regional, nacional e internacional.
- Velar por garantizar la Autonomía de la UV.
- Designar al Rector de la UV cada 4 años.
Como se advierte, la JG al momento no ha cumplido a cabalidad con todas sus responsabilidades, salvo nombrar al Rector, que incluso hoy está al frente de la UV; y aun cuando en diferentes CUG se clama por el involucramiento de la JG en la defensa del presupuesto, la defensa de la autonomía de nuestra Máxima Casa de Estudios, de la orientación del proyecto académico, por brindar testimonio de la transparencia y el adecuado ejercicio de las finanzas universitarias, pues la JG no ha realizado acto de presencia; pareciera que está controlada por la Rectoría o por fuerzas ajenas, con intereses no muy claros.
Y todo ello tiene que ver con el hecho de que, en su mayoría, la actual administración de Rectoría heredó una Junta de Gobierno de la pasada administración que estaba doblegada a los intereses del grupo en el poder y, al parecer, bajo presiones externas, se ha venido reproduciendo, salvo honradas excepciones. Justo por ello es que se requiere que, en estos momentos de ofensiva del Gobierno Federal y Estatal en contra de la UV, se elijan a los mejores cuadros para integrar esas 2 posiciones en la JG, todo con el propósito de que se revitalice, se renueve, se fortalezca y este a la altura de las circunstancias. ¿Cuáles circunstancias? Al menos tenemos encima 3 grandes retos como Máxima Casa de Estudios:
Primero, generar e impulsar un proyecto académico acorde a los cambios que se registran en medio de una sociedad del conocimiento, derivado de la Revolución Tecnológica del Conocimiento Digitalizado, en medio del cual las principales universidades del mundo están participando y renovando sus programas de estudio, de enseñanza-aprendizaje, su planta tecnológica (desde aulas, hasta equipo de cómputo, sistemas de comunicación, supervisión y administrativo) y, sobre todo, de investigación y desarrollo tecnológico.
Segundo, una ofensiva, como se ha señalado, del Gobierno Federal, por retirar recursos a las universidades públicas, para que sean reemplazadas, con una visión ideológica y en franco atentado a la autonomía universitaria, por las Universidades del “Bienestar Benito Juárez García”, de la 4T.
Tercero, vinculación efectiva con el sector productivo y social, para potenciar el desarrollo de tecnologías en alianza con las agrupaciones empresariales y, muy en particular, dar cobertura a todo el territorio de su entidad para cumplir con el compromiso de garantizar la movilidad social: para que los más desprotegidos tengan oportunidad de superar condiciones de pobreza, marginación, rezago educativo y limitaciones en su desarrollo. Justo por ello, hoy más nunca, se requiere que los integrantes de la Junta de Gobierno satisfagan ciertas características, entre ellas:
- Un profundo compromiso con la misión y valores de la educación superior pública: en este caso con el desarrollo de la sociedad veracruzana.
- Comprender el funcionamiento del sistema educativo, especialmente de la educación superior, y tener conocimiento sobre los desafíos y oportunidades que enfrenta, como la incorporación al proceso de una sociedad del conocimiento.
- Integridad ética y un compromiso con la transparencia en todas las decisiones y procesos.
- Experiencia académica o profesional relevante que aporte conocimientos específicos a la gestión universitaria.
- Habilidades de liderazgo sólidas y la capacidad para trabajar de manera efectiva en un entorno colaborativo.
- Capacidad para pensar estratégicamente y contribuir a la formulación de políticas a largo plazo para la universidad.
- Conocimiento financiero para participar en la toma de decisiones relacionadas con presupuestos y recursos financieros.
- Un compromiso demostrado con la diversidad, la equidad, la inclusión en el entorno universitario y su independencia de la administración de Rectoría.
- Habilidades de comunicación efectivas para colaborar con diversas partes interesadas, incluidos los estudiantes, docentes, investigadores y personal de la comunidad en general.
- Habilidad para atender conflictos de manera constructiva y llegar a soluciones equitativas.
- Conocimiento de la legislación educativa y las políticas gubernamentales que afectan a la educación superior, en particular la AUTONOMÍA UNIVERSITARIA.
- Capacidad de adaptarse a los cambios y enfrentar los desafíos de manera efectiva.
El reto que actualmente enfrenta la JG de la UV es la intromisión de agentes externos al colegio de notables, con la intención de incidir en la designación de sus próximos integrantes, y así incidir en sus decisiones que tienen que ver con mantener a la JG con un comportamiento al margen de sus atribuciones y responsabilidades, tal y como fue durante prácticamente todo el rectorado de la Administración anterior.
Se tiene conocimiento, como quedó demostrado en el pasado CUG, que la administración de Rectoría cuenta con el control de aproximadamente el 40 % de los integrantes del CUG, pues forman parte de este: los Vice Rectores, Directores de área, directores de facultades, directores de centros e institutos de investigación, tanto del sistema abierto como del escolarizado, entre otro personal administrativo; situación que, salvo contadas excepciones, este personal responde a los lineamientos autoritarios y verticales de Rectoría, incluso en algunos casos, por quedar bien con sus superiores, han votado en contra de los intereses del desarrollo de nuestra Máxima de Estudios, de su empoderamiento como institución de Educación Superior y liderazgo de todo el sureste nacional y en contra del cumplimiento de su objeto social como universidad, así como responsable de generar oportunidades de desarrollo para los veracruzanos.
Luego entonces, ahora la Junta de Gobierno enfrenta una gran ofensiva, tanto a su interior, como agresiones externas, pero no obstante tenemos que apoyar y confiar en esta instancia de Gobierno de nuestra universidad, pues tiene retos de radical importancia en esta coyuntura; pero justamente por ello, ojalá y sus integrantes sean consecuentes con su investidura y no se dejen amenazar ni intimidar, mucho menos manipular por las autoridades internas y externas a la Universidad, pues finalmente cuentan con el respaldo de la comunidad universitaria, así como de una gran mayoría de los Consejeros Universitarios.
Un actor de fundamental importancia son los jóvenes estudiantes y Consejeros Universitarios, a quienes en el pasado se les ha intimidado para votar en el CUG por el proyecto de la Rectoría; por ello, yo exhorto a los jóvenes Consejeros Universitarios a que hagan valer su investidura y asuman una posición de liderazgo, de conciencia social y universitaria, pues lo que se decida en el próximo CUG repercutirá en el futuro inmediato de sus compañeros y compañeras representados, así como de nuestra universidad y de las oportunidades que logre o deje de generar para las nuevas generaciones de veracruzanos. Se acude a un CUG para debatir y llegar a promover las mejores propuestas y alternativas para el desarrollo de nuestra universidad, no se acude solo para levantar la mano como “testigos de piedra”, eso es indigno de nosotros como universitarios.
Y justo en este tenor de la argumentación, quiero hacer un puntual reconocimiento a muchos jóvenes universitarios que, en pasados Consejos Universitarios, le han dado una cátedra a sus profesores, directivos y autoridades universitarias, de lo que es la independencia, libre albedrio, conciencia social, ética y compromiso universitario, pues con mucha valentía han defendido la LEY y la obligación que tiene el Gobierno del Estado de entregar a la UV, el 4% del presupuesto General a ejercer el próximo 2024.
Estos jóvenes, hombres y mujeres estudiantes, sin tanta arrogancia, han demostrado mayor ética, responsabilidad y compromiso universitario que muchos directores de facultades e institutos, que han sido incondicionales de las políticas de Rectoría, la cual ha propuesto negociar la Ley y dejar que se acumule la deuda de más de 2,000 millones que actualmente debe Gobierno del Estado a la UV; incluso, a tal grado ha llegado la incondicionalidad de Rectoría a las decisiones del Gobierno del Estado que, antes de que el Congreso Legislativo Local hubiera votado y aprobado el presupuesto de egresos de la administración estatal y la asignación de recursos a los órganos autónomos como a UV, ya la Rectoría estaba promoviendo ante el pleno del CUG, que se aceptara que el Gobierno, para el 2024, le quedará a deber otros 900 millones de pesos. Así las cosas, así la incondicionalidad de Rectoría. Por ello, actuemos con dignidad, somos parte de la solución: ¡No más los universitarios de rodillas ante la ilegalidad!.