Morir en tiempos de la 4T
Eduardo Meraz
La paz sepulcral parecería convertirse en el destino manifiesto de decenas de miles de mexicanos, entre ellos quienes se dedican a las actividades políticas, con lo cual queda constancia de la efectividad de los abrazos y no balazos instaurada por el presidente totalmente Palacio Nacional.
Así lo señala y resalta el reporte «Votar entre Balas», realizado por organizaciones no gubernamentales y presentado este martes, donde revela que un total de 54 mil 152 personas fueron asesinadas por motivos relacionados con la violencia política desde 2018 hasta la fecha.
Tal cifra representa casi un tercio de los homicidios registrados durante el mandato del casi exmandatario sin nombre y sin palabra. Es una radiografía de cómo no únicamente la clase política puede “morir en los tiempos de la cuarta transformación”.
El periódico “El Sol de México” da a conocer lo más significativo del informe, elaborado por las ONGs Armed Conflict Location and Event Data (ACLED), Data Cívica, México Evalúa y el medio digital Animal Político, al hacer un balance de la violencia político-criminal y sus implicaciones en la democracia mexicana.
Pero no nada más son los asesinatos de personas dedicadas a la política. Este martes también se da a conocer, como parte de la conmemoración del Día Internacional en Apoyo a las Víctimas de Tortura, que esta práctica se sigue realizando de manera cotidiana en todo México, afectando a personas de todas las edades y contextos.
Ante el olvido, el silencio y la persecución, sobrevivientes de tortura y sus familias resaltaron la importancia de tejer redes, de reconocernos y acompañarnos en los procesos que continuamos viviendo todos los días”, se indicó en un comunicado organizaciones civiles y activistas.
De acuerdo con la información divulgada, en la actualidad hay denuncias ante la CNDH por actos de tortura cometidos por miembros del Ejército mexicano o la Guardia Nacional, entre otras instituciones de seguridad.
Es decir, a pesar de las reuniones de lunes a viernes del gabinete de seguridad del gobierno cuatroteísta y sus otros datos de “cero impunidad”, Data Cívica, compartió los datos registrados por su organización referentes a violencia política-criminal durante el último proceso electoral.
De acuerdo con ello, desde septiembre de 2023 hasta el día de las elecciones se registraron 513 víctimas de ataques, de las cuales 130 fueron candidatos, 275 eran funcionarios públicos, otras 50 pertenecían a partidos políticos, 47 corresponden a autoridades electa y 26 a familiares de políticos. De los candidatos atacados, 34 fueron asesinados, el doble que en la elección de 2021.
Cifras que contrastan notablemente con las ofrecidas hace unos días por la secretaria de Seguridad Pública, Rosa Icela Rodríguez -a quien muchos ya ubican en el gabinete de Claudia Sheinbaum- de sólo tener el registro de 12 candidatos, oficialmente registrados, asesinatos en el actual proceso electoral.
A los muertos antes mencionados, deben agregarse los 79 periodistas asesinados durante el gobierno del saliente habitante temporal del palacete virreinal, quien muy ufano expresa que no se persigue ni censura a reporteros y medios de comunicación.
Eso sin contar con las más de 500 quejas recibidas por el Instituto Nacional Electoral en materia de violencia política de género.
No en balde el informe “Votar entre Balas” sostiene como una de sus conclusiones que el aumento en el número de eventos violentos relacionados con la política sugiere que hay un rol importante jugado por los grupos del crimen organizado».
De confirmarse tal hipótesis, estamos frente a la inclusión, por omisión o convicción, de una “tribu outsider” en Morena, integrada por la delincuencia organizada.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
Algo se pudre en los partidos de oposición. Mientras el Revolucionario Institucional debate si dejar en el liderazgo al máximo perdedor de su historia, en Acción Nacional su dirigente utiliza argumentos cuatroteístas para defenderse de las críticas del expresidente Felipe Calderón.
[email protected]
@Edumermo